martes, 26 de febrero de 2019

TE SALUDO, MARÍA

Te saludo, María, Hija predilecta del Padre Eterno.
Te saludo, María, Madre admirable del Hijo.
Te saludo, María, Esposa fidelísima del Espíritu Santo.
Te saludo, María, mi amada Madre, mi amable Señora, mi poderosa Soberana.
Te saludo, mi gozo, mi gloria, mi corazón y mi alma.
Tú eres toda mía por misericordia, y yo soy todo tuyo por justicia. Pero todavía no lo soy bastante. De nuevo me entrego a Ti todo entero en calidad de eterno esclavo, sin reservar nada ni para mí ni para otros.

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