Acuérdate, Nuestra Señora del Sagrado Corazón, de las maravillas que el Señor hizo en Ti.
Te eligió por Madre y te quiso junto a su Cruz.
Hoy te hace compartir su gloria y escucha tu súplica.
Ofrécele nuestras alabanzas y nuestra acción de gracias. Preséntale nuestras peticiones. Haznos vivir, como Tú, en el amor de tu Hijo, para que venga a nosotros su Reino. Conduce a todos los hombres a la fuente de agua viva que brota de su Corazón, derramando sobre el mundo la esperanza y la salvación, la justicia y la paz. Mira nuestra confianza, atiende nuestra súplica y muéstrate siempre Madre nuestra.
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