viernes, 27 de noviembre de 2020

QUÉ ALEGRÍA CUANDO ME DIJERON

¡Qué alegría cuando me dijeron
"Vamos a la casa del Señor"!
Ya  están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.

Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta;
allá suben las tribus,
las tribus del Señor.

Según la costumbre de Israel
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David.

Desead la paz a Jerusalén,
vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
en tus palacios seguridad.

Por mis hermanos y compañeros
Voy a decir "la paz contigo".
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien.

 

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