¡Buenos días! Hoy despertamos acordándonos de Ella… María, mujer de nuestra carne y sangre, Madre y asunta a los cielos. Ella, a quien Dios ha adelantado. Pero su victoria, es victoria de toda la humanidad.
Su victoria confirma nuestra esperanza, consolida nuestra fe y anima nuestra caridad.
En María, Dios hace gracia... Y en Ella, todos nosotros somos agraciados.
¡FELIZ FIESTA DE LA ASUNCIÓN!
Disfruta de este día y no te olvides participar de la Eucaristía en su honor .
Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 39-56
En aquellos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá».
María se quedó con Isabel unos tres meses y volvió a su casa.
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