San Juan María Bautista Vianney, ¡cuanta confianza tenía la gente en tus oraciones! No podías abandonar tu vieja rectoría o tu humilde iglesia sin verte rodeado por almas implorantes, que recurrían a ti al igual que hicieron al mismo Jesús durante su vida terrenal. Y tú, oh buen santo, les dabas esperanza con tus palabras que estaban llenas de amor para Dios.
Tú, que siempre confiabas enteramente en el corazón de Dios, obtén para mí una confianza filial y profunda en su Providencia. Así como la esperanza de bienes divinos llena mi corazón, dame valor y ayúdame a obedecer siempre los mandamientos de Dios.
Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión. Ruega por mi y especialmente por... (mencione aquí en silencio sus especiales intenciones).
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
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