¡Fuego! ¡fuego! ¡fuego!, brama
Navarro, viejo impaciente,
que constipado en la cama,
cuando una cosa reclama
jamás lentitud consiente.
Corre, creyéndole frito,
la familia de Navarro;
mas ve con gozo infinito
que lo que pide el maldito
es fuego... para el cigarro.
Navarro, viejo impaciente,
que constipado en la cama,
cuando una cosa reclama
jamás lentitud consiente.
Corre, creyéndole frito,
la familia de Navarro;
mas ve con gozo infinito
que lo que pide el maldito
es fuego... para el cigarro.
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