Oh Dios, que diste al beato Domingo una extraordinaria eficacia en la oración y en la observancia regular; concédenos benigno, por su intercesión, que, siguiendo su camino, merezcamos recibir abundantes frutos de salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
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