Buenos días. Las lecturas de hoy sábado nos hablan de esperanza, amor y alegría. Nos muestran el amor del esposo por su esposa, el amor de Dios por su pueblo (la Iglesia), La alegría de Juan Bautista en el seno de su madre y de Isabel que se alegra porque las promesas de Dios se cumplen y vienen a demostrar su amor. Y la esperanza porque aguardamos al Señor, nuestro auxilio y escudo. En su santo Nombre confiamos. Seamos buenos y confiemos siempre en Dios.
Texto del Evangelio (Lc 1, 39-45): En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!».
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