No contenta la vagabunda polilla por poder volar cómodamente por el aire, se sintió atraída por la llama de una pequeña candela. Decidió volar hasta ella pero, nada más acercarse, sus alas se consumieron al rozar con la llama y cayó chamuscada a los pies del candelabro.
Después de pasar un buen rato llorando y lamentando su suerte, levantó la cara y dijo:
- ¡Oh, falsa luz!, ¡A cuántos como yo has engañado miserablemente en el pasado!. Si tanto quería ver la luz, ¿cómo no distinguí el sol de la falsa vela de sucio sebo?
Moraleja: Las apariencias engañan, no te dejes atraer por algo solo porque es atractivo. No corras hacia aquello que reluce sin considerar su naturaleza.
o_o
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