Padre, Tú me conoces y sabes que estoy pasando por momentos difíciles. A veces me dejo llevar por la desesperanza, la duda y el temor. Fortaléceme con tu espíritu para que mi fe no decaiga. Como Jesús, quiero ofrecerte los dolores y sufrimientos de mi enfermedad.
Te pido, por intercesión de la Virgen María de la Consolación y de San Ezequiel Moreno, intercesor y protector de quienes, como él, sufren de cáncer, que nos concedas la gracia que te pedimos con tanta fe.
Pedir la gracia que se desea alcanzar.
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