Estaba un perro durmiendo sobre un cordero cuando una de sus pulgas sintió el olor y calor de la lana. Así fue como pensó que era mejor dejar de alimentarse del perro y pasar al suave cordero.
Nada más entró en la espesa lana, empezó a intentar traspasar las raíces de los pelos, pero por mucho esfuerzo que ponía resultó inútil ya que el pelaje era tan espeso que no había espacio para poder llegar a la piel.
Después de mucho esfuerzo quiso volver al perro, pero este ya se había marchado y así fue que la pulga murió de hambre, mientras sollozaba arrepentida.
Moraleja: La avaricia rompe el saco, sé feliz con lo que tienes si con ello puedes tener una vida digna.
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