Dios todo poderoso y eterno, que diste a santa Natalia la valentía de aceptar la muerte por el nombre de Cristo, concédeme también tu fuerza a mi debilidad, a ejemplo de aquellos que no dudaron en morir por Ti, para que sepa también ser fuerte, confesando tu nombre en mi vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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