San Edmundo, hubo un momento en tu vida en el que te alejaste de la Iglesia Católica. Lo hiciste por lealtad a la reina y para elevar tu estatus. No pasó mucho tiempo para que la verdad de la fe católica te llamara a casa.
San Edmundo, yo también a veces lucho con la fe. Puede ser mucho más fácil no ser católico. A veces es para encajar u otras veces es sólo una duda acerca de Dios y las verdades de la fe. ¿Cómo podemos realmente creer en todas estas enseñanzas? No siempre tienen sentido lógico.
Tu conocimiento de la Fe es lo que te trajo de vuelta. Por favor, ayúdame también a tener esta sólida comprensión de la Fe para que ella nunca sea sacudida por mis dudas. Anímame a aprender más sobre nuestro Creador y sus promesas. Recuérdame todas las veces que he estado seguro de mi fe. Recuérdame el amor de Dios por mí, incluso cuando dudo. Y anímame a usar mis preguntas como motivación para aprender más.
También ten en cuenta mis intenciones:
(Indicar las intenciones)
¡Oh Señor, ayúdame a comprenderte y amarte cada día más!
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
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