Señor, Dios mío, todo está desnudo para Ti. Ni siquiera el recóndito laberinto de nuestros pensamientos escapa a tu visión. Tú sabes de nuestros avances y retrocesos. Tú conoces la debilidad de nuestra estructura. Tú sabes que procedemos del polvo y que el polvo nos limita. Por eso escribes en piedra nuestros aciertos y en el aire nuestros errores. Tú admiras nuestra tenacidad y alientas nuestro amor. Tú comprendes nuestras caídas y nuestra confusión de la voluntad. Tú estás siempre presto, nunca te agotas. En el principio, en el camino y detrás del sueño de la muerte, allí está tu huella. Tú has pasado primero y Tú pasas el último. ¡Dichosas las criaturas del tiempo y del espacio que descubramos la permanente y amorosa sombra de tu Divinidad! No necesitaremos pedir, ni suplicar, ni ahorrar ni acumular. Todo será nuestro, incluso antes de necesitarlo. Descansemos en la voluntad del Padre y nuestro trabajo será suave y ligero. Dios mío, gracias por estar siempre conmigo. Te amo sobre todas las cosas.
sábado, 31 de mayo de 2025
ORACIÓN A LA LUZ (José María Pemán)
de este mundo, tu diestra generosa
hizo la luz antes que toda cosa
porque todo tuviera su figura.
Yo sé que se refleja la segura
línea inmortal del lirio y de la rosa
mejor que la embriagada y temerosa
música de los vientos en la altura.
Por eso yo celebro en el frío
pensar exacto a la verdad sujeto
y en la ribera sin temblor del río;
por eso yo te adoro, mudo y quieto:
y por eso, Señor, el dolor mío
por llegar hasta Ti se hizo soneto.
SÁBADO VI DE PASCUA C - FIESTA DE LA VISITACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA
1ª Lectura (Sof 3, 14-18): Regocíjate, hija de Sión; grita de júbilo, Israel; alégrate y gózate de todo corazón, Jerusalén. El Señor ha cancelado tu condena, ha expulsado a tus enemigos. El Señor será el rey de Israel, en medio de ti, y ya no temerás. Aquel día dirán a Jerusalén: «No temas, Sión, no desfallezcan tus manos. El Señor, tu Dios, en medio de ti, es un guerrero que salva. Él se goza y se complace en ti, te ama y se alegra con júbilo como en día de fiesta.» Apartaré de ti la amenaza, el oprobio que pesa sobre ti.
Salmo responsorial: Is 12
R/. Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel.
El Señor es mi Dios y salvador: confiaré y no temeré, porque mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación. Y sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación.
Dad gracias al Señor, invocad su nombre, contad a los pueblos sus hazañas, proclamad que su nombre es excelso.
Tañed para el Señor, que hizo proezas, anunciadlas a toda la tierra; gritad jubilosos, habitantes de Sión: «Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel».
Versículo antes del Evangelio (Lc 1, 45): Aleluya. Bienaventurada eres Virgen María, que creíste, porque se cumplirá lo que te fue dicho de parte del Señor. Aleluya.
CANTAR DEL PUEBLO 119 (AUGUSTO FERRÁN)
¿por qué te alejas de mí
llevándote las promesas
que no llegaste a cumplir?
Cuando ves que ansioso tengo
los ojos fijos en ti,
esperanza de mi vida,
¿por qué te alejas de mí?
HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (190)
reavivar tus ardores ni los míos,
porque el amor y el agua de los ríos,
no vuelven a pasar si ya han pasado.
viernes, 30 de mayo de 2025
DIOS MÍO, TE AMO SOBRE TODAS LAS COSAS
Señor, Dios mío, sólo Tú eres omnisciente, sólo Tú conoces el número de estrellas. Sólo Tú las llamas a cada una por su nombre. Sobre Ti reposan todos los mundos creados e increados. Sólo Tú conoces todas las cosas. Tu pensamiento es el único que está en todos los pensamientos. Tu Hjio, encarnado en la vida humana, anunció que "ni uno solo de los pajarillos caerá a tierra sin que mi Padre lo sepa". Tu conocimiento de lo que ya ha sucedido, de lo que sucede y de lo que sucederá es perfecto y universal. Tus ojos están en la vida y en la muerte, en lo visible y en lo invisible, en el tiempo y en el no tiempo. Tus ojos están en los Cielos y en la Tierra, Tú conoces el camino que yo tomo y, cuando me haya puesto a prueba, saldré del mismo como el oro. Señor, gracias por estar siempre conmigo. Te amo sobre todas las cosas.
ORACIÓN A SAN FERNANDO POR EL TRABAJO
Piadoso san Fernando Rey, que con amor intercedes ante Dios y con delicadeza acudes a la Madre María, te pido que en este momento guíes mi vida laboral para que sea próspera y efectiva, de manera que yo pueda servir y recibir lo necesario para mantener a mi familia. Te imploro que intercedas ante nuestro Padre para que mi trabajo resulte de su agrado y sepa yo aceptar que es el que necesito. En ti confío, san Fernando. Amén.
ORACIÓN A SANTA JUANA DE ARCO (1)
Oh, mi querida santa, a quien yo realmente he llegado a admirar, amar y respetar, por favor ayúdame y a todo el que rece esta oración para crecer en la gracia y en la práctica de la verdadera virtud cristiana. A imitación de ti, orar e interceder por todos nosotros para que podamos vivir una vida pura y casta mientras vivimos en este mundo, y crezcamos más profundamente en la Fe, aumentando el conocimiento de la misma a fin de no perder nunca el agradecimiento sincero por este don tan preciado. Ora también para que nuestra esperanza por llegar al Cielo -nuestro verdadero hogar-, así como el deseo por buscar la santidad personal -que es la clave para llegar al Cielo- no decaiga durante nuestra peregrinación en este valle de lágrimas. Amén.
VIERNES VI DE PASCUA C
Buenos días. Feliz viernes de Pascua. El Señor ha resucitado y por eso estamos alegres. Nuestra alegría consiste en que Dios no nos ha dejado solos, se ha quedado con nosotros para siempre y nos ha enviado al Espíritu Santo para que nos consuele, proteja y ayude a entender a Dios. Los primeros apóstoles no tienen miedo de predicar el evangelio y de ir a donde el Espíritu los lleve, y sienten alegría porque saben que Dios está con ellos a pesar de la incomprensión o el fracaso humano. Ante esto, san Pablo experimenta que cuando es débil, entonces es cuando se manifiesta la grandeza De Dios. No hay mayor alegría que sentir que Dios nos da la fuerza para seguir adelante y poder continuar con su obra de salvación. Pidamos paciencia, amor y fe para transmitir al mundo la alegría de Dios. Seamos buenos y confiemos en Dios, que es Altísimo sobre toda la Tierra.
1ª Lectura (Hch 18, 9-18): Cuando estaba Pablo en Corinto, una noche le dijo el Señor en una visión: «No temas, sigue hablando y no te calles, pues yo estoy contigo, y nadie te pondrá la mano encima para hacerte daño, porque tengo un pueblo numeroso en esta ciudad». Se quedó, pues, allí un año y medio, enseñando entre ellos la palabra de Dios.
Pero, siendo Galión procónsul de Acaya, los judíos se abalanzaron de común acuerdo contra Pablo y lo condujeron al tribunal diciendo: «Este induce a la gente a dar a Dios un culto contrario a la ley». Iba Pablo a tomar la palabra, cuando Galión dijo a los judíos: «Judíos, si se tratara de un crimen o de un delito grave, sería razón escucharos con paciencia; pero, si discutís de palabras, de nombres y de vuestra ley, vedlo vosotros. Yo no quiero ser juez de esos asuntos». Y les ordenó despejar el tribunal.
Entonces agarraron a Sóstenes, jefe de la sinagoga, y le dieron una paliza delante del tribunal, sin que Galión se preocupara de ello. Pablo se quedó allí todavía bastantes días; luego se despidió de los hermanos y se embarcó para Siria con Priscila y Aquila. En Cencreas se había hecho rapar la cabeza, porque había hecho un voto.
Salmo responsorial: 46
R/. Dios es el rey del mundo.
Pueblos todos, batid palmas, aclamad a Dios con gritos de júbilo; porque el Señor altísimo es terrible, emperador de toda la tierra.
Él nos somete los pueblos y nos sojuzga las naciones; él nos escogió por heredad suya: gloria de Jacob, su amado.
Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas: tocad para Dios, tocad; tocad para nuestro Rey, tocad.
Versículo antes del Evangelio (Lc 24, 46): Aleluya. Convenía que Cristo padeciese y resucitara de entre los muertos; y que así entrase en su gloria. Aleluya.
Texto del Evangelio (Jn 16, 20-23a): En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «En verdad, en verdad os digo que lloraréis y os lamentaréis, y el mundo se alegrará. Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en gozo. La mujer, cuando va a dar a luz, está triste, porque le ha llegado su hora; pero cuando ha dado a luz al niño, ya no se acuerda del aprieto por el gozo de que ha nacido un hombre en el mundo. También vosotros estáis tristes ahora, pero volveré a veros y se alegrará vuestro corazón y vuestra alegría nadie os la podrá quitar. Aquel día no me preguntaréis nada».
"Se alegrará vuestro corazón" (Jn 16, 20-23a)
Señor Jesús, termina la semana y sentimos el cansancio de estos meses y las fuerzas flaquean. Ojalá seas Tú esa alegría que nadie nos quitará jamás. Gracias por este sol, esa luz, esta vida que estrenamos una mañana más.
Señor Jesús, haz que todas nuestras tristezas, todas nuestras heridas, todas nuestras historias sin terminar, todos nuestros fracasos, todos nuestros intentos de ser lo que estamos llamados a ser... se dejen transformar por tu presencia y por tu alegría.
Señor Jesús, oramos hoy especialmente por los más pobres, por los enfermos, por los descartados, por los que no tienen voz, por los más pequeños, por nuestros mayores, por nuestras familias y por nuestras comunidades, por nosotros mismos... haznos evangelio de la alegría para el mundo.
Señor Jesús, danos de esa verdadera alegría de la que Tú hablas. Esa que nada ni nadie puede quitarnos. Esa que nos fundamenta y nos hace hermanos, esa que canta que estamos vivos, que Tú nos habías y que en Ti somos, nos movemos y existimos.
Así te lo pido. Que así sea.
HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (189)
mi corazón se goza en la amargura
de tus falsos amores,
como una sepultura
que, con restos de un muerto, cría flores.
CANTAR DEL PUEBLO 118 (AUGUSTO FERRÁN)
que yo sé toda tu historia;
¡qué cierto es aquel refrán
que dice: quien calla, otorga!
jueves, 29 de mayo de 2025
ORACIÓN A SANTA BONA DE PISA
JUEVES VI DE PASCUA C
Buenos días. Feliz Pascua. Hoy el evangelio de san Juan nos dice que el mundo se alegrará de no ver al Señor, y es que sin Dios el mundo cree que es feliz, porque puede hacer lo que le dé la gana sin nadie que acuse su forma de actuar. Sin Dios en el mundo, el hombre se convierte en su propio dios, capaz de elegir sobre todo pero según su propia voluntad; así, lo que me parece bueno a mí y a mis planes eso es lo correcto, “caiga quien caiga”. Pero la Verdad es una sola. Cristo ha enseñado un camino para llegar a la felicidad y es cierto que ese camino parece oculto a nuestros ojos, pero quien lo sigue llega a la verdadera felicidad. Pidamos a Dios que nos abra los ojos de la fe, para descubrir la revelación de Cristo y comunicarnos con nuestros hermanos para que puedan ser auténticamente felices. Seamos buenos y confiemos en Dios, que revela su justicia y misericordia a todas las naciones de la Tierra.
1ª Lectura (Hch 18, 1-8): En aquellos días, Pablo dejó Atenas y se fue a Corinto. Allí encontró a un tal Áquila, judío natural del Ponto, y a su mujer, Priscila; habían llegado hacía poco de Italia, porque Claudio había decretado que todos los judíos abandonasen Roma. Se juntó con ellos y, como ejercía el mismo oficio, se quedó a vivir y trabajar en su casa; eran tejedores de lona para tiendas de campaña. Todos los sábados discutía en la sinagoga, esforzándose por convencer a judíos y griegos.
Cuando Silas y Timoteo bajaron de Macedonia, Pablo se dedicó enteramente a predicar, dando testimonio ante los judíos de que Jesús es el Mesías. Como ellos se oponían y respondían con blasfemias, Pablo sacudió sus vestidos y les dijo: «Vuestra sangre recaiga sobre vuestra cabeza. Yo soy inocente y desde ahora me voy con los gentiles». Se marchó de allí y se fue a casa de un cierto Ticio Justo, que adoraba a Dios y cuya casa estaba al lado de la sinagoga. Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su familia; también otros muchos corintios, al escuchar a Pablo, creían y se bautizaban.
Salmo responsorial: 97
R/. El Señor revela a las naciones su victoria.
Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas. Su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo.
El Señor da a conocer su salvación, revela a las naciones su justicia. Se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel.
Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. Aclama al Señor, tierra entera; gritad, vitoread, tocad.
Versículo antes del Evangelio (Jn 14, 18): Aleluya. No os dejaré huérfanos, dice el Señor: voy y vengo a vosotros, y se alegrará vuestro corazón. Aleluya.
Texto del Evangelio (Jn 16, 16-20): En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «Dentro de poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver». Entonces algunos de sus discípulos comentaron entre sí: «¿Qué es eso que nos dice: ‘Dentro de poco ya no me veréis y dentro de otro poco me volveréis a ver’ y ‘Me voy al Padre’?». Y decían: «¿Qué es ese ‘poco’? No sabemos lo que quiere decir». Se dio cuenta Jesús de que querían preguntarle y les dijo: «¿Andáis preguntándoos acerca de lo que he dicho: ‘Dentro de poco no me veréis y dentro de otro poco me volveréis a ver?’. En verdad, en verdad os digo que lloraréis y os lamentaréis, y el mundo se alegrará. Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en gozo».
"Vuestra tristeza se convertirá en alegría" (Jn 16, 16-20)
Señor Jesús, esta mañana en mi retina queda grabada la imagen de ese cayuco repleto de mujeres, niñas, niños y hombres que ha volcado justo cuando llegaban a puerto. Mi oración no puede mirar hacia otro lado. Me pregunto cómo es posible que ocurra esto a estas alturas.
Señor Jesús, esta crisis migratoria mundial, ¿No nos dice nada? ¿No nos hace más sensibles? ¿No nos mueve a misericordia? ¿Qué tengo yo que ver con esto?… Hoy mi oración, desde la conmoción y el impacto de la realidad, te pide por todas estas personas que lo único que desean es una vida digna, oportunidades y ser acogidos. ¡Cuándo entenderé que todos somos extranjeros en este mundo, todos migrantes, todos peregrinos!
Señor Jesús, ojalá tu palabra se cumpla. Ojalá toda nuestra tristeza, todas nuestras tristezas, como la de esta misma mañana, se conviertan en alegría. Sinceramente mi fe y mi esperanza quedan muy tocadas. Sin Ti, imposible mantenerse en pie ante tanto drama, tanta injusticia, tanta desigualdad y tanta deshumanización. Ayúdame y haz que mi oración nunca olvide a tantos y tantos que buscan su lugar en el mundo.
Así te lo pido. Así sea.
HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (188)
lo que hubo de infeliz en tus amores.
¡Qué quieres, prenda amada!
El dolor nos recuerda otros dolores,
pero un placer no nos recuerda nada.
CANTAR DEL PUEBLO 117 (AUGUSTO FERRÁN)
y te he visto por la noche,
y siempre te he visto igual,
es decir, mintiendo amores.
miércoles, 28 de mayo de 2025
ORACIÓN A SAN JUSTO DE URGEL
ORACIÓN A SAN GERMÁN DE PARÍS
MIÉRCOLES VI DE PASCUA C
Buenos días. Feliz Pascua. Si Dios nos ha enviado al Espíritu Santo, que nos guía, defiende y acompaña, ¿por qué tenemos miedo del mundo?; si Dios está con nosotros ¿que podrá hacer el maligno? Fijémonos en Pablo, predicando y exponiendo con gran sabiduría el mensaje de la salvación a los griegos y utiliza sus propios altares: al Dios desconocido. Y lo aprovecha para hablar de Dios, aunque cuando habla de resurrección, muchos no lo creen, pero algunos sí. Seamos agradecidos a Dios por ser instrumentos de evangelización, para que todos puedan escuchar y los que se sientan llamados puedan responder, porque muchos son los llamados y pocos los escogidos. Seamos buenos y confiemos en Dios, que toda la Creación está llena de su gloria.
1ª Lectura (Hch 17, 15.22–18,1): En aquellos días, los que conducían a Pablo lo llevaron hasta Atenas, y se volvieron con el encargo de que Silas y Timoteo se reuniesen con él cuánto antes. Pablo, de pie en medio del Areópago, dijo: «Atenienses, veo que sois en todo extremadamente religiosos. Porque, paseando y contemplando vuestros monumentos sagrados, encontré incluso un altar con esta inscripción: “Al Dios desconocido”. Pues eso que veneráis sin conocerlo os lo anuncio yo. ‘El Dios que hizo el mundo y todo lo que contiene’, siendo como es Señor de cielo y tierra, no habita en templos construidos por manos humanas, ni lo sirven manos humanas, como si necesitara de alguien, él que a todos da la vida y el aliento, y todo. De uno solo creó el género humano para que habitara la Tierra entera, determinando fijamente los tiempos y las fronteras de los lugares que habían de habitar, con el fin de que lo buscasen a él, a ver si, al menos a tientas, lo encontraban; aunque no está lejos de ninguno de nosotros, pues en él vivimos, nos movemos y existimos; así lo han dicho incluso algunos de vuestros poetas: ‘Somos estirpe suya’. Por tanto, si somos estirpe de Dios, no debemos pensar que la divinidad se parezca a imágenes de oro o de plata o de piedra, esculpidas por la destreza y la fantasía de un hombre. Así pues, pasando por alto aquellos tiempos de ignorancia, Dios anuncia ahora en todas partes a todos los humanos que se conviertan. Porque tiene señalado un día en que juzgará el universo con justicia, por medio del hombre a quien él ha designado; y ha dado a todos la garantía de esto, resucitándolo de entre los muertos».
Al oír «resurrección de entre los muertos», unos lo tomaban a broma, otros dijeron: «De esto te oiremos hablar en otra ocasión». Así salió Pablo de en medio de ellos. Algunos se le juntaron y creyeron, entre ellos Dionisio el areopagita, una mujer llamada Dámaris y algunos más con ellos. Después de esto, dejó Atenas y se fue a Corinto.
Salmo responsorial: 148
R/. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Alabad al Señor en el cielo, alabad al Señor en lo alto. Alabadlo todos sus ángeles; alabadlo todos sus ejércitos.
Reyes del orbe y todos los pueblos, príncipes y jueces del mundo, los jóvenes y también las doncellas, los ancianos junto con los niños.
Alaben el nombre del Señor, el único nombre sublime. Su majestad sobre el cielo y la tierra.
Él acrece el vigor de su pueblo. Alabanza de todos sus fieles, de Israel, su pueblo escogido.
Versículo antes del Evangelio (Jn 14, 16): Aleluya. Rogaré al Padre y os dará otro Consolador, para que more siempre con vosotros. Aleluya.
Texto del Evangelio (Jn 16, 12-15): En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «Mucho tengo todavía que deciros, pero ahora no podéis con ello. Cuando venga Él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga, y os anunciará lo que ha de venir. Él me dará gloria, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho: Recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros».
“Cuando venga Él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena” (Jn 16, 12-15)
Señor Jesús, ¡nos gustaría tanto ser y vivir en la verdad! Estamos llamados a buscar ese Espíritu de la verdad de la que nos hablas y comprometidos para que los demás busquen incansablemente la verdad de todo cuanto son, dicen, hacen… la verdad de cuanto acontece.
Señor Jesús, sabemos que la verdad es proceso y conquista, que está en descubrir, no en lo descubierto, que quien busca la verdad corre el riesgo de encontrarla, que su lenguaje debe ser simple y sin artificios, que no se accede a ella sino a través de la humildad y el amor, que no está de parte de quien más grita, que se difunde a paso de tortuga, que está abierta a todos los hombres y mujeres.
Señor Jesús, sabemos que la verdad es la misma en todas partes, que la conocemos no sólo por la razón, sino fundamentalmente por el corazón, que siempre triunfa por sí misma, que favorece el espíritu crítico y la identidad personal, que implica autenticidad y honestidad, que se corrompe tanto con la mentira como con el silencio, que nos hace ver y nos exhorta a dar.
Señor Jesús, sabemos que Jesús es camino, verdad y vida y que conocerle nos transforma, nos vertebra, nos da consistencia, nos hace… y nos hace libres.
Señor Jesús, que busquemos tu Espíritu de verdad y que Él nos guíe hasta la verdad plena.
Así te lo pido. Así sea.
SANTA HELICÓNIDES, VIRGEN Y MÁRTIR
HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (187)
morirás como yo, de mal de amores,
porque siempre, y en todos los caminos,
tu corazón asaltarán, traidores,
el tedio y el placer: dos asesinos.
CANTAR DEL PUEBLO 116 (AUGUSTO FERRÁN)
yo te daré el pasaporte,
y en las señas personales
te pondré "mujer" sin nombre.
martes, 27 de mayo de 2025
ORACIÓN A SAN AGUSTÍN DE CANTERBURY
MARTES VI DE PASCUA C
Buenos días. Feliz Pascua. En la primera lectura, Pablo y Silas sufren la persecución, los apalean y son encarcelados, y sólo por predicar el nombre de Jesús. Pero cuando la Verdad es sólo una, se abre camino incluso en el dolor. Y por eso, el carcelero, pensando lo normal para el mundo, cree que sus presos han huido. Pablo y Silas no huyen porque creen firmemente en la salvación de Dios, y por esa fe firme convierten al carcelero y su familia. Pidamos hoy al Señor que nos fortalezca la fe, para que podamos animar a muchos con nuestras vidas a seguir a Cristo. Seamos buenos y confiemos en Dios, que siempre que lo invocamos escucha nuestras oraciones.
1ª Lectura (Hch 16, 22-34): En aquellos días, la plebe de Filipos se amotinó contra Pablo y Silas, y los magistrados ordenaron que les arrancaran y que los azotaran con varas; después de molerlos a palos, los metieron en la cárcel, encargando al carcelero que los vigilara bien; según la orden recibida, él los cogió, los metió en la mazmorra y les sujetó los pies en el cepo.
A eso de media noche, Pablo y Silas oraban cantando himnos a Dios. Los presos los escuchaban. De repente, vino un terremoto tan violento que temblaron los cimientos de la cárcel. Al momento se abrieron todas las puertas, y a todos se les soltaron las cadenas. El carcelero se despertó y, al ver las puertas de la cárcel de par en par, sacó la espada para suicidarse, imaginando que los presos se habían fugado. Pero Pablo lo llamó a gritos, diciendo: «No te hagas daño alguno, que estamos todos aquí».
El carcelero pidió una lámpara, saltó dentro, y se echó temblando a los pies de Pablo y Silas; los sacó fuera y les preguntó: «Señores, ¿qué tengo que hacer para salvarme?». Le contestaron: «Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia». Y le explicaron la palabra del Señor, a él y a todos los de su casa. A aquellas horas de la noche, el carcelero los tomó consigo, les lavó las heridas, y se bautizó en seguida con todos los suyos; los subió a su casa, les preparó la mesa, y celebraron una fiesta de familia por haber creído en Dios.
Salmo responsorial: 137
R/. Señor, tu derecha me salva.
Te doy gracias, Señor, de todo corazón, porque escuchaste las palabras de mi boca; delante de los ángeles tañeré para ti; me postraré hacia tu santuario.
Daré gracias a tu nombre por tu misericordia y tu lealtad. Cuando te invoqué, me escuchaste, acreciste el valor en mi alma.
Tu derecha me salva. El Señor completará sus favores conmigo. Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos.
Versículo antes del Evangelio (Jn 16, 7.13): Aleluya. Os enviaré el Espíritu de verdad, dice el Señor; Él os enseñará toda la verdad. Aleluya.
Texto del Evangelio (Jn 16, 5-11): En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «Pero ahora me voy a Aquel que me ha enviado, y ninguno de vosotros me pregunta: ‘¿Adónde vas?’. Sino que por haberos dicho esto vuestros corazones se han llenado de tristeza. Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito; pero si me voy, os lo enviaré: y cuando Él venga, convencerá al mundo en lo referente al pecado, en lo referente a la justicia y en lo referente al juicio; en lo referente al pecado, porque no creen en mí; en lo referente a la justicia porque me voy al Padre, y ya no me veréis; en lo referente al juicio, porque el Príncipe de este mundo está juzgado».
“¿Adónde vas?” (Jn 16, 5-11)
Señor Jesús, tu palabra de hoy nos recuerda que cuando no estamos a tu lado o cuando sentimos que te alejas de nosotros, se nos entristece el corazón. Ni nos preguntamos adónde vas porque la sola idea de quedarnos solos nos angustia y nos llena de inseguridades y de miedos.
Señor Jesús, si Tú no estás a nuestro lado, ¿qué sentido tiene nuestra vida? ¿A quién acudiremos? ¿Cómo daremos cuentas de lo que somos, de dónde vamos, de qué sueños colman nuestro corazón? ¿Quién nos cuidará con esa ternura y esa misericordia que sólo Tú eres capaz de regalar sin medida? ¿Quién perdonará nuestras faltas? ¿Quién nos regalará los días y las noches? ¿Quién nos hará fértiles para vivir y dar vida? ¿Quién nos explicará las Escrituras y nos ensanchará el corazón?
Señor Jesús, ¿adónde vas sin nosotros, a dónde quedamos nosotros si te vas? Sabemos que sólo si te marchas nos enviarás tu Espíritu, pero ¡somos tan frágiles y a veces tan desconfiados!
Señor Jesús, estate siempre a nuestro lado, acompaña nuestro caminar, sé bálsamo para nuestras fatigas y cura para nuestras heridas. Sé el Señor de nuestra vida, el amigo que nunca falla, el evangelio que necesitamos cada día para ser más felices y hacer más felices a los que nos rodean.
Así te lo pido. Así sea.