miércoles, 28 de mayo de 2025

MIÉRCOLES VI DE PASCUA C


Buenos días. Feliz Pascua. Si Dios nos ha enviado al Espíritu Santo, que nos guía, defiende y acompaña, ¿por qué tenemos miedo del mundo?; si Dios está con nosotros ¿que podrá hacer el maligno? Fijémonos en Pablo, predicando y exponiendo con gran sabiduría el mensaje de la salvación a los griegos y utiliza sus propios altares: al Dios desconocido. Y lo aprovecha para hablar de Dios, aunque cuando habla de resurrección, muchos no lo creen, pero algunos sí. Seamos agradecidos a Dios por ser instrumentos de evangelización, para que todos puedan escuchar y los que se sientan llamados puedan responder, porque muchos son los llamados y pocos los escogidos. Seamos buenos y confiemos en Dios, que toda la Creación está llena de su gloria.



1ª Lectura (Hch 17, 15.22–18,1): En aquellos días, los que conducían a Pablo lo llevaron hasta Atenas, y se volvieron con el encargo de que Silas y Timoteo se reuniesen con él cuánto antes. Pablo, de pie en medio del Areópago, dijo: «Atenienses, veo que sois en todo extremadamente religiosos. Porque, paseando y contemplando vuestros monumentos sagrados, encontré incluso un altar con esta inscripción: “Al Dios desconocido”. Pues eso que veneráis sin conocerlo os lo anuncio yo. ‘El Dios que hizo el mundo y todo lo que contiene’, siendo como es Señor de cielo y tierra, no habita en templos construidos por manos humanas, ni lo sirven manos humanas, como si necesitara de alguien, él que a todos da la vida y el aliento, y todo. De uno solo creó el género humano para que habitara la Tierra entera, determinando fijamente los tiempos y las fronteras de los lugares que habían de habitar, con el fin de que lo buscasen a él, a ver si, al menos a tientas, lo encontraban; aunque no está lejos de ninguno de nosotros, pues en él vivimos, nos movemos y existimos; así lo han dicho incluso algunos de vuestros poetas: ‘Somos estirpe suya’. Por tanto, si somos estirpe de Dios, no debemos pensar que la divinidad se parezca a imágenes de oro o de plata o de piedra, esculpidas por la destreza y la fantasía de un hombre. Así pues, pasando por alto aquellos tiempos de ignorancia, Dios anuncia ahora en todas partes a todos los humanos que se conviertan. Porque tiene señalado un día en que juzgará el universo con justicia, por medio del hombre a quien él ha designado; y ha dado a todos la garantía de esto, resucitándolo de entre los muertos».

Al oír «resurrección de entre los muertos», unos lo tomaban a broma, otros dijeron: «De esto te oiremos hablar en otra ocasión». Así salió Pablo de en medio de ellos. Algunos se le juntaron y creyeron, entre ellos Dionisio el areopagita, una mujer llamada Dámaris y algunos más con ellos. Después de esto, dejó Atenas y se fue a Corinto.


Salmo responsorial: 148

R/. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.

Alabad al Señor en el cielo, alabad al Señor en lo alto. Alabadlo todos sus ángeles; alabadlo todos sus ejércitos.

Reyes del orbe y todos los pueblos, príncipes y jueces del mundo, los jóvenes y también las doncellas, los ancianos junto con los niños.

Alaben el nombre del Señor, el único nombre sublime. Su majestad sobre el cielo y la tierra.

Él acrece el vigor de su pueblo. Alabanza de todos sus fieles, de Israel, su pueblo escogido.


Versículo antes del Evangelio (Jn 14, 16): Aleluya. Rogaré al Padre y os dará otro Consolador, para que more siempre con vosotros. Aleluya.



Texto del Evangelio (Jn 16, 12-15): En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «Mucho tengo todavía que deciros, pero ahora no podéis con ello. Cuando venga Él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga, y os anunciará lo que ha de venir. Él me dará gloria, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho: Recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros».




“Cuando venga Él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena” (Jn 16, 12-15)

Señor Jesús, ¡nos gustaría tanto ser y vivir en la verdad! Estamos llamados a buscar ese Espíritu de la verdad de la que nos hablas y comprometidos para que los demás busquen incansablemente la verdad de todo cuanto son, dicen, hacen… la verdad de cuanto acontece.

Señor Jesús, sabemos que la verdad es proceso y conquista, que está en descubrir, no en lo descubierto, que quien busca la verdad corre el riesgo de encontrarla, que su lenguaje debe ser simple y sin artificios, que no se accede a ella sino a través de la humildad y el amor, que no está de parte de quien más grita, que se difunde a paso de tortuga, que está abierta a todos los hombres y mujeres.

Señor Jesús, sabemos que la verdad es la misma en todas partes, que la conocemos no sólo por la razón, sino fundamentalmente por el corazón, que siempre triunfa por sí misma, que favorece el espíritu crítico y la identidad personal, que implica autenticidad y honestidad, que se corrompe tanto con la mentira como con el silencio, que nos hace ver y nos exhorta a dar.

Señor Jesús, sabemos que Jesús es camino, verdad y vida y que conocerle nos transforma, nos vertebra, nos da consistencia, nos hace… y nos hace libres.

Señor Jesús, que busquemos tu Espíritu de verdad y que Él nos guíe hasta la verdad plena.

Así te lo pido. Así sea.








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