Toda culpa es error
que oprime el corazón y enfanga el alma.
Perdóname, Señor,
y olvida, por favor,
que esté mi corazón en paz y en calma.
No hay nunca paz segura,
si me alejo de Ti por la pendiente
larga, viscosa, oscura.
El pecado es locura,
que llora el corazón amargamente.
Todo pecado es ruina,
que nos arrastra al fondo del abismo.
No hay otra medicina
que arrancarse la espina
y luchar contra el mal con heroísmo.
Llora mi corazón
por haberte ofendido, Jesús mío.
Imploro tu perdón,
escucha mi oración:
¡Sagrado Corazón, en Vos confío!
No hay comentarios:
Publicar un comentario