SÁBADO II DE PASCUA C - SANTOS FELIPE Y SANTIAGO, APÓSTOLES
Buenos días. Hoy celebramos la memoria de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago, y las lecturas nos invitan a pedir fe. En el Evangelio, Cristo le enseña a Felipe que quien lo ve a Él ve al Padre, y que las obras que realiza son las obras del Padre; pero quien crea en Cristo hará las mismas obras y aun mayores. Ojalá que nos demos cuenta de cuánto bueno podemos hacer en el mundo si permanecemos unidos a Cristo. Pidamos hoy que nos aumente la fe, para descubrir su presencia resucitada en nuestras vidas y su fuerza liberadora para hacer las obras buenas que Dios nos pide. Seamos buenos y confiemos en Dios, para que comuniquemos con nuestras vidas su Resurrección.
1ª Lectura (1Cor 15, 1-8): Hermanos: Os recuerdo el Evangelio que os proclamé y que vosotros aceptasteis, y en el que estáis fundados, y que os está salvando, si es que conserváis el Evangelio que os proclamé; de lo contrario, se ha malogrado vuestra adhesión a la fe. Porque lo primero que yo os transmití, tal como lo había recibido, fue esto: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; que se le apareció a Cefas y más tarde a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, la mayoría de los cuales viven todavía, otros han muerto; después se le apareció a Santiago, después a todos los apóstoles; por último, se me apareció también a mí.
Salmo responsorial: 18
R/. A toda la tierra alcanza su pregón.
El cielo proclama la gloria de Dios, el firmamento pregona la obra de sus manos: el día al día le pasa el mensaje, la noche a la noche se lo susurra.
Sin que hablen, sin que pronuncien, sin que resuene su voz, a toda la tierra alcanza su pregón, y hasta los límites del orbe su lenguaje.
Versículo antes del Evangelio (Jn 14, 6.9): Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie viene al Padre sino por mí.
Texto del Evangelio (Jn 14, 6-14): En aquel tiempo, Jesús dijo a Tomás: «Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre; desde ahora lo conocéis y lo habéis visto». Le dice Felipe: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta». Le dice Jesús: «¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: ‘Muéstranos al Padre’? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí?
Las palabras que os digo, no las digo por mi cuenta; el Padre que permanece en mí es el que realiza las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Al menos, creedlo por las obras. En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré».
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