jueves, 4 de septiembre de 2025

OH, MARÍA, MADRE MÍA


Oh, María, Madre mía, oh consuelo del mortal, amparadme y guiadme a la patria celestial.

Con el ángel de María, las grandezas celebrad, transportados de alegría sus finezas publicad.

Oh, María, Madre mía, oh consuelo del mortal, amparadme y guiadme a la patria celestial.

Salve, Júbilo del cielo, del Excelso dulce imán; salve, hechizo de este suelo, triunfadora de Satán.

Oh, María, Madre mía, oh consuelo del mortal, amparadme y guiadme a la patria celestial.

Quien a ti ferviente clama, halla alivio en el pesar, pues tu nombre luz derrama, gozo y bálsamo sin par.

Oh, María, Madre mía, oh consuelo del mortal, amparadme y guiadme a la patria celestial.

De sus gracias tesorera la nombró tu Redentor; con tal Madre y Medianera, nada temas, pecador.

Oh, María, Madre mía, oh consuelo del mortal, amparadme y guiadme a la patria celestial.

Pues te llamo con fe viva, muestra oh Madre tu bondad; a mí vuelve compasiva tu mirada de piedad.

Oh, María, Madre mía, oh consuelo del mortal, amparadme y guiadme a la patria celestial.

Hijo fiel quisiera amarte, y por ti sólo vivir; y por premio de ensalzarte, ensalzándote morir.

Oh, María, Madre mía, oh consuelo del mortal, amparadme y guiadme a la patria celestial.

Del Eterno las riquezas por ti logre disfrutar; y contigo sus finezas para siempre publicar.

Oh, María, Madre mía, oh consuelo del mortal, amparadme y guiadme a la patria celestial.


No hay comentarios:

Publicar un comentario