martes, 3 de mayo de 2016

OH, MARÍA, MADRE MÍA

Oh, María, Madre mía, oh consuelo del mortal, amparadme y guiadme a la patria celestial.
Con el ángel de María, las grandezas celebrad, transportados de alegría sus finezas publicad.
Oh, María, Madre mía, oh consuelo del mortal, amparadme y guiadme a la patria celestial.
Salve, Júbilo del cielo, del Excelso dulce imán; salve, hechizo de este suelo, triunfadora de Satán.
Oh, María, Madre mía, oh consuelo del mortal, amparadme y guiadme a la patria celestial.
Quien a ti ferviente clama, halla alivio en el pesar, pues tu nombre luz derrama, gozo y bálsamo sin par.
Oh, María, Madre mía, oh consuelo del mortal, amparadme y guiadme a la patria celestial.
De sus gracias tesorera la nombró tu Redentor; con tal Madre y Medianera, nada temas, pecador.
Oh, María, Madre mía, oh consuelo del mortal, amparadme y guiadme a la patria celestial.
Pues te llamo con fe viva, muestra oh Madre tu bondad; a mí vuelve compasiva tu mirada de piedad.
Oh, María, Madre mía, oh consuelo del mortal, amparadme y guiadme a la patria celestial.
Hijo fiel quisiera amarte, y por ti no más vivir; y por premio de ensalzarte, ensalzándote morir.
Oh, María, Madre mía, oh consuelo del mortal, amparadme y guiadme a la patria celestial.
Del Eterno las riquezas por ti logre disfrutar; y contigo sus finezas para siempre publicar.
Oh, María, Madre mía, oh consuelo del mortal, amparadme y guiadme a la patria celestial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario