San Guido de Anderlecht (950-1012), conocido como el Hombre Pobre de Anderlecht, nació de padres pobres, vivió una vida agrícola sencilla hasta que comenzó como sacristán en la iglesia local. Estando en este cargo participó en una aventura comercial en la que el buque que llevaba la carga en la que había invertido se hundió en el puerto. En ese momento, Guido creyó que había sido castigado por su codicia y se fue de peregrinaje como penitente a Roma y más tarde a Jerusalén, donde trabajó como guía para otros peregrinos. Murió volviendo a casa.
Es el patrono de Anderlecht, de los sacristanes, de los animales con cuernos, los solteros, los niños convulsivos, los epilépticos y los trabajadores. También se le invoca para la protección de dependencias, barracas y establos y contra la epilepsia y la rabia.
ORACIÓN

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