Gloriosísima santa Rosa de Viterbo, con quien parece nació la misericordia con los pobres, a los que socorrías por cuantos arbitrios te inspiraba tu caridad, hasta quitarte en tu misma infancia el sustento necesario y aun hacer milagros para ocurrir a sus necesidades, alcánzame del Padre Celestial unas entrañas de misericordia con todos los miserables y necesitados con que evite el juicio sin misericordia que sufrirán los que no la tuvieron con sus prójimos. Con mayores instancias te pido, abogada mía dulcísima, intercedas con el Señor para que me comunique parte de aquella cristiana compasión de sus necesidades espirituales, y de aquel celo del bien de sus almas, que te hizo dirigir al Cielo tantas humildes súplicas, derramar tantas preciosas lágrimas, exponerte, aun en la edad más tierna, a tantos trabajos, entrar intrépida en voraces hogueras y sufrir en tus predicaciones apostólicas tantas fatigas y mortales desmayos, por su conversión y salvación. Sobre todo, haz que todo el celo que tienes ahora en el centro de tu gloria me sirva para que me compadezca de mí mismo y aplique con la divina gracia todas mis atenciones a remediar las extremas necesidades de mi pobre alma, a sanarla, a santificarla y ponerla en carrera de salvación por medio de los Santos Sacramentos, la fructuosa penitencia de mis culpas y de la perseverancia en las buenas obras hasta el fin de mi vida terrenal. Amén.
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