Que tu santa medalla me libre de todo mal y peligro; que tu santa medalla me proteja de toda enfermedad, pestes y virus; que al invocar tu santa plegaria: "Oh María concebida sin pecado, rogad por nosotros que recurrimos a Ti", sean mi familia, mis seres queridos y yo protegidos de toda calamidad y muerte imprevista.
Oh Medalla Milagrosa, protege mi hogar y bienes materiales de todo desastre natural, protege mi vida espiritual y todo mi ser; ampárame, Madre mía, con el escudo protector de tu medalla; dichoso aquel que la lleva puesta como coraza en su cuerpo y en su alma, porque tu protección estará con él de noche y de día. Gracias Madre Mía por tu coraza espiritual, que aleja de mí al invisible espíritu del mal.
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Oh medalla de María Milagrosa, en los momentos de peligro: cuídame.
Oh medalla de María Milagrosa, de las pestes y enfermedades: cúrame.
Oh medalla de María Milagrosa, del enemigo de mi alma: defiéndeme.
Oh medalla de María Milagrosa, de los desastres naturales e imprevistos mi hogar y bienes materiales: protégeme.
Y en la hora de mi muerte, que la luz de tu Medalla Milagrosa me guíe a la Gloria Eterna. Amén.
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