Señor, dame fuerza para seguir luchando, porque siento que el camino no tiene fin, mi cielo en ocasiones se me vuelve gris y mi vida carece de color y alegría.
Dios mío, abre las puertas de los cielos y que tu luz descienda sobre mí. Déjame saber que mi corazón no está solo y que mi alma no ha perdido su fuerza. Amén.
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