¡Oh cruz buena, que fuiste embellecida por los miembros del Señor, tantas veces deseada, solícitamente querida, buscada sin descanso y con ardiente deseo preparada! Recíbeme de entre los hombres y llévame junto a mi Maestro, para que por ti me reciba Aquel que me redimió por ti muriendo.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario