Oh Dios, que inspiraste a santo Tomás de Cori a buscarte en la soledad y a cultivar un exquisito amor al prójimo, concédenos, siguiendo su ejemplo, extendernos hacia los bienes del Cielo y permanecer atentos a las necesidades de los hermanos. Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor. Amén.
Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
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