viernes, 28 de febrero de 2025
VIERNES VII TIEMPO ORDINARIO C
Buenos días. Seguimos rezando por el Papa. Es viernes y hoy las lecturas nos explican la importancia de escuchar la palabra del Señor y seguir su Camino, así encontramos el verdadero amigo. En el evangelio nos muestra que ese amigo es la unión de hombre y mujer como una sola carne y en la primera lectura nos dirá que es un tesoro. Recemos hoy por nuestros amigos. Seamos buenos y confiemos en Dios, que nos regala la persona más importante, nuestro auténtico tesoro.
1ª Lectura (Eclo 6, 5-7): Una palabra amable multiplica los amigos y aleja a los enemigos, y la lengua afable multiplica los saludos. Sean muchos los que estén en paz contigo, pero tus confidentes, solo uno entre mil. Si haces un amigo, ponlo a prueba, y no tengas prisa en confiarte a él. Porque hay amigos de ocasión, que no resisten en el día de la desgracia. Hay amigos que se convierten en enemigo, y te avergüenzan descubriendo tus litigios. Hay amigos que comparten tu mesa y no resisten en el día de la desgracia. Cuando las cosas van bien, es como otro tú, e incluso habla libremente con tus familiares. Pero si eres humillado, se pone contra ti y se esconde de tu presencia. Apártate de tus enemigos y sé cauto incluso con tus amigos. Un amigo fiel es un refugio seguro, y quien lo encuentra ha encontrado un tesoro. Un amigo fiel no tiene precio y su valor es incalculable. Un amigo fiel es medicina de vida, y los que temen al Señor lo encontrarán. El que teme al Señor afianza su amistad, porque, según sea él, así será su amigo.
Salmo responsorial:
R/. Guíame, Señor, por la senda de tus mandatos.
Bendito eres, Señor, enséñame tus decretos.
Tus decretos son mi delicia, no olvidaré tus palabras.
Ábreme los ojos, y contemplaré las maravillas de tu ley.
Instrúyeme en el camino de tus mandatos, y meditaré tus maravillas.
Enséñame a cumplir tu ley y a guardarla de todo corazón.
Guíame por la senda de tus mandatos, porque ella es mi gozo.
Versículo antes del Evangelio (Jn 17, 47): Aleluya. Tu palabra, Señor, es la verdad, santifícanos en la verdad. Aleluya.
HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (98)
mil pensamientos vanos,
y, sin saber por qué, cuando te veo
contengo el corazón con ambas manos.
CANTAR DEL PUEBLO 42 (AUGUSTO FERRÁN)
por la salud de tu madre,
que no pases por mi puerta,
que se redoblan mis males.
jueves, 27 de febrero de 2025
ORACIÓN A SAN GABRIEL DE LA DOLOROSA
¡Oh bienaventurado Gabriel de la Dolorosa, que, por tu afectuosísima devoción a la ínclita Virgen afligida al pie de la cruz, llegaste a ser espejo de inocencia, modelo de santidad y taumaturgo del presente siglo por los estupendos milagros obrados en derredor de tu sepulcro! Dígnate mirarme benévolo desde el cielo y recábame de la munificencia divina las fuerzas que he menester para precaver los peligros del alma, despreciar los halagos del mundo, neutralizar las asechanzas del demonio, triunfar de mis pasiones, llorar contrito mis culpas, secundar con generosidad de corazón las divinas inspiraciones y labrar mi santificación mediante un afecto sincero a la Pasión de Jesús y a los Dolores de mi Madre María, a fin de que, siguiendo tus ejemplos aquí en la Tierra, pueda igualmente haceros compañía en el Cielo por toda la eternidad. Así sea.
JUEVES VII TIEMPO ORDINARIO C
Buenos días. Seguimos rezando por el Papa, y hoy jueves por las vocaciones al sacerdocio. Las lecturas nos hacen reflexionar sobre la importancia de tener fe en Dios y poner en Él nuestra esperanza, porque lo mundano que nos induce a pecar hay que dejarlo porque nos impide vivir la auténtica felicidad. Si nuestra esperanza está puesta en nuestras propias fuerzas y méritos, entonces somos unas pobres personas. Seamos buenos, porque es feliz quien pone su confianza en Dios.
1ª Lectura (Eclo 5, 1-10): No confíes en tus riquezas, ni digas: «Con esto me basta». No sigas tu instinto y tu fuerza, secundando las pasiones de tu corazón. Y no digas: «Quién puede dominarme?», o bien: «Quién logrará someterme por lo que he hecho?», porque el Señor ciertamente te castigará. No digas: «He pecado, y ¿qué me ha pasado?», porque el Señor sabe esperar. Del perdón no te sientas tan seguro, mientras acumulas pecado tras pecado. Y no digas: «Es grande su compasión, me perdonará mis muchos pecados», porque él tiene compasión y cólera, y su ira recae sobre los malvados. No tardes en convertirte al Señor, ni lo dejes de un día para otro, porque de repente la ira del Señor se enciende, y el día del castigo perecerás. No confíes en riquezas injustas, porque de nada te servirán el día de la desgracia.
Salmo responsorial
R/. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni entra por la senda de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los Cínicos; sino que su gozo es la ley del Señor, y medita su ley día y noche.
Será como un árbol plantado al borde de la acequia: da fruto en su sazón y no se marchitan sus hojas; y cuanto emprende tiene buen fin.
No así los impíos, no así; serán paja que arrebata el viento. Porque el Señor protege el camino de los justos, pero el camino de los impíos acaba mal.
Versículo antes del Evangelio (1Tes 2, 13): Aleluya. Recibid la palabra de Dios, no como palabra humana, sino como palabra divina, tal como es en realidad. Aleluya.
Texto del Evangelio (Mc 9, 41-50): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Todo aquel que os dé de beber un vaso de agua por el hecho de que sois de Cristo, os aseguro que no perderá su recompensa. Y al que escandalice a uno de estos pequeños que creen, mejor le es que le pongan al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y que le echen al mar. Y si tu mano te es ocasión de pecado, córtatela. Más vale que entres manco en la Vida que, con las dos manos, ir a la gehenna, al fuego que no se apaga. Y si tu pie te es ocasión de pecado, córtatelo. Más vale que entres cojo en la Vida que, con los dos pies, ser arrojado a la gehenna. Y si tu ojo te es ocasión de pecado, sácatelo. Más vale que entres con un solo ojo en el Reino de Dios que, con los dos ojos, ser arrojado a la gehenna, donde su gusano no muere y el fuego no se apaga; pues todos han de ser salados con fuego. Buena es la sal; mas si la sal se vuelve insípida, ¿con qué la sazonaréis? Tened sal en vosotros y tened paz unos con otros».
CANTAR DEL PUEBLO 41 (AUGUSTO FERRÁN)
mi cuerpo se echó a perder:
el que siembra en mala tierra
¿qué es lo que espera coger?
miércoles, 26 de febrero de 2025
ORACIÓN SANTA PAULA MONTAL (3)
Señor, bendice mis manos para que, como las de Paula, sean delicadas y sepan tomar sin jamás aprisionar, que sepan dar sin calcular y tengan la fuerza de bendecir y consolar.
Señor, bendice mis ojos para que para que, como los de Paula, sepan ver la necesidad y no olviden nunca lo que a nadie deslumbra; que vean detrás de la superficie, para que los demás se sientan felices por mi modo de mirarles.
Señor, bendice mis oídos para que, como los de Paula, sepan oír tu voz y perciban muy claramente el grito de los afligidos; que sepan quedarse sordos al ruido inútil y a la palabrería, pero no a las voces que llaman y piden que las oigan y comprendan, aunque turben mi comodidad.
Señor, bendice mi boca para que, como Paula, dé testimonio de Ti y no diga nada que hiera o destruya; que sólo pronuncie palabras que alivien, que nunca traicione confidencias y secretos, que consiga despertar sonrisas.
Señor, bendice mi corazón para que como Paula sea templo vivo de tu Espíritu y sepa dar calor y refugio; que sea generoso en perdonar y comprender y aprenda a compartir dolor y alegría con un gran amor. Dios mío, que como hiciste con Paula, puedas disponer de mí con todo lo que soy, con todo lo que tengo.
MIÉRCOLES VII TIEMPO ORDINARIO C
Buenos días. Seguimos rezando por el Papa. Es miércoles y la Iglesia nos invita a meditar sobre la sabiduría y el hacer el bien. Nuestro refranero dice: “Haz el bien y no mires a quién”. Y Cristo completa la idea haciendo saber que todo el que hace el bien está de su parte. La sabiduría auténtica será convertir nuestros corazones y acciones para que este mundo se convierta en un paraíso. Por eso hacer el bien es de sabios, hacer el bien es seguir el Camino, la Verdad y la Vida. Seamos buenos y confiemos en Dios.
1ª Lectura (Eclo 4, 12-22): La sabiduría instruye a sus hijos, estimula a los que la comprenden. Los que la aman aprecian la vida, los que la buscan alcanzan el favor del Señor; los que la retienen consiguen gloria del Señor, el Señor bendecirá su morada; los que la respetan sirven al Santo, Dios ama a los que la aman. Quien me escucha juzgará rectamente, quien me hace caso habitará en mis atrios; disimulada caminaré con él, comenzaré probándolo con tentaciones; cuando su corazón se entregue a mí, volveré a él para guiarlo y revelarle mis secretos; pero, si se desvía, lo rechazaré y lo encerraré en la prisión; si se aparta de mí, lo arrojaré y lo entregaré a la ruina.
"El que no está contra nosotros está a favor nuestro" (Mc 9, 38-40)
Señor Jesús, hoy tu palabra nos recuerda esa escena en la que Juan te dice que uno que no es de los tuyos estaba haciendo el bien y se lo habían impedido. ¡Qué paradoja! ¡Cómo se repite esta historia hoy!
Señor Jesús, ¿por qué nos cuesta tanto descubrir en los demás, en aquellos que no son como nosotros, en aquellos que creen de otro modo y en otras cosas, en aquellos que no consideramos de los nuestros... hombres y mujeres de bien, buena gente?
Señor Jesús, haznos tolerantes, moderados, serenos, acogedores, posibilitantes, cercanos con los otros, de modo particular con aquellos que por pura vocación aman, sirven y están comprometidos con la transformación del mundo.
Señor Jesús, haznos ver en los otros a uno de los nuestros. Haz que te veamos en los otros. Haz que los otros sean una buena noticia para nosotros, siempre. Abre nuestro entendimiento. Amplía nuestra fraternidad. Desborda nuestra capacidad de ser para los demás, para todos los demás. Y cuida, fortalece y devuelve la salud a nuestro querido papa Francisco.
Así te lo pido. Así sea.
CANTAR DEL PUEBLO 40 (AUGUSTO FERRÁN)
y ahora, preso, me aborreces:
desgraciado aquel que cae
en las manos de los jueces.
martes, 25 de febrero de 2025
MARTES VII TIEMPO ORDINARIO C
Buenos días. Seguimos rezando por el Papa. Hoy martes las lecturas que la Iglesia nos propone para rezar son de carácter sapiencial. Hay que buscar a Dios, dice la primera lectura, porque quien teme a Dios espera su misericordia, recompensa y el corazón se le llena de luz. Es lo que Jesús intenta enseñar a sus discípulos en el evangelio. Instruye a los discípulos en la sinceridad de su misión, que será dura hasta la muerte, pero por la cruz llegará la resurrección. Pero los discípulos no entienden y buscan la recompensa mundana de ser el primero en el reino terreno. Ojalá que nosotros abramos el corazón y el entendimiento para descubrir la verdadera recompensa a la que estamos llamados. Seamos buenos y confiemos en Dios, que es nuestra delicia y nos da lo que necesita nuestro corazón.
1ª Lectura (Eclo 2, 1-11): Hijo, si te acercas a servir al Señor, permanece firme en la justicia y en el temor, y prepárate para la prueba. Endereza tu corazón, mantente firme y no te angusties en tiempo de adversidad. Pégate a él y no te separes, para que al final seas enaltecido. Todo lo que te sobrevenga, acéptalo, y sé paciente en la adversidad y en la humillación. Porque en el fuego se prueba el oro, y los que agradan a Dios en el horno de la humillación.
Confía en él y él te ayudará, endereza tus caminos y espera en él. Los que teméis al Señor, aguardad su misericordia y no os desviéis, no sea que caigáis. Los que teméis al Señor, confiad en él, y no se retrasará vuestra recompensa. Los que teméis al Señor, esperad bienes, gozo eterno y misericordia. Los que teméis al Señor, amadlo y vuestros corazones se llenarán de luz. Fijaos en las generaciones antiguas y ved: ¿Quién confió en el Señor y quedó defraudado?, o ¿quién perseveró en su temor y fue abandonado?, o ¿quién lo invocó y fue desatendido? Porque el Señor es compasivo y misericordioso, perdona los pecados y salva en tiempo de desgracia, y protege a aquellos que lo buscan sinceramente.
Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntaba: «¿De qué discutíais por el camino?». Ellos callaron, pues por el camino habían discutido entre sí quién era el mayor. Entonces se sentó, llamó a los Doce, y les dijo: «Si uno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos». Y tomando un niño, lo puso en medio de ellos, lo estrechó entre sus brazos y les dijo: «El que reciba a un niño como este en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí, no me recibe a mí sino a Aquel que me ha enviado».
“Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos” (Mc 9, 30-37)
Señor Jesús, lo sabemos: en todo, amar y servir, amar más, amar mejor. Servir siempre+. En todo, a los pies de los demás. En todo, dispuestos a abajarnos para que el otro ascienda. En todo, compromiso por la justicia. En todo, los últimos, porque ellos serán primeros.
Señor Jesús, quien quiera ser el primero, que sirva. Que sirva sin condiciones. Que sirva en toda circunstancia. Que sirva a fondo perdido. Que sirva sin mirar el reloj. Que sirva gratuitamente. Que sirva sólo desde el amor y la misericordia que restituye dignidades y levanta del polvo al que ha caído.
Señor Jesús, aquí nos tienes. Queremos servir y servirte. Queremos ser los últimos para que no se nos quede nadie por el camino sin ser visto. Cuenta con nosotros. Cuenta conmigo...
Así te lo pido. Así sea.
CANTAR DEL PUEBLO 39 (AUGUSTO FERRÁN)
son dos quereres en uno;
y siempre estamos riñendo
por si es mío o por si es tuyo.
lunes, 24 de febrero de 2025
LUNES VII TIEMPO ORDINARIO C
Buenos días. Es lunes y seguimos rezando por el Papa. Y hoy las lecturas nos invitan a descubrir la verdadera sabiduría de Dios, que sale de la fe y la oración. Hoy, ante la realidad dura y difícil de nuestro mundo, lo más importante que podemos hacer sin cansarnos es rezar. Por eso, en el evangelio, el padre del endemoniado le hace esta oración a Cristo por su hijo: “Creo, Señor, pero ayuda a mi falta de fe”. Hagamos nuestra la petición, seamos buenos y confiemos en Dios, que nos acompañará siempre.
Texto del Evangelio (Mc 9, 14-29): En aquel tiempo, Jesús bajó de la montaña y, al llegar donde los discípulos, vio a mucha gente que les rodeaba y a unos escribas que discutían con ellos. Toda la gente, al verle, quedó sorprendida y corrieron a saludarle. Él les preguntó: «¿De qué discutís con ellos?». Uno de entre la gente le respondió: «Maestro, te he traído a mi hijo que tiene un espíritu mudo y, dondequiera que se apodera de él, le derriba, le hace echar espumarajos, rechinar de dientes y lo deja rígido. He dicho a tus discípulos que lo expulsaran, pero no han podido».
ORACIÓN BEATA ASCENSIÓN NICOL GOÑI (1)
Oh Dios todopoderoso y eterno, alabamos tu nombre y te glorificamos porque has hecho que todas las cosas existan y las has creado para que sean portadoras de la grandeza de tu amor por toda la humanidad.
Has demostrado a las mujeres y a los hombres de todas las generaciones que somos amadas y amados por ti y nos tratas con misericordia y amor indiviso. En tu plan de salvarnos a todos, enviaste heraldos y servidores de tu Palabra para enseñarnos e inspirarnos a hacernos el bien unos a otros y alcanzar el Reino.
Gracias por enviar a la beata Ascensión Nicol Goñi, que trabajó por amor a Ti en los muchos lugares de los continentes del mundo. Ella trabajó con tu compasión para elevar la dignidad humana abrazando las realidades y transformando vidas enseñando a mujeres, niños y hombres durante su vida.
La beata Ascensión confió en Ti silenciosamente, en tu amor y en tu nombre buscaba a los más pequeños de la sociedad, a los marginados, para ofrecerles un futuro, para vivir con sentido de propósito amándote y dándoles poder para vivir esa dignidad como hijos de un Dios providencial y compasivo.
La honramos para que siga intercediendo por nosotros, que vivimos en medio de un mundo roto, amenazado por diversas calamidades y por los objetivos individualistas de los hombres de hoy. Le suplicamos que nos enseñe a ver el rostro de Jesús, tu Hijo, en medio de todas las tormentas de la vida para que podamos vivir como tus hijos, esforzándonos por vivir las enseñanzas de Jesús en este mismo mundo en el que vivimos.
Que el ejemplo de vida de la beata Ascensión nos ayude a ser valientes, fieles y ardientes en nuestra búsqueda de Jesús y de la promesa de las Bienaventuranzas. Por su intercesión, bendice y protege a nuestras familias, parientes y amigos. Llénanos de tu gracia, para hacer de nosotros tus instrumentos vivos en la difusión del bien, la paz y la unidad. Todo esto te lo pedimos por Jesús, nuestro Señor. Amén.
HUMORADA DE RAMÓN DE CAMPOAMOR (94)
un ánimo aguerrido
y un uniforme hermoso.
El fausto militar ¡sexo precioso!
siempre ha sido y será tu prometido.
domingo, 23 de febrero de 2025
DOMINGO VII TIEMPO ORDINARIO C
¡Buenos días!
Lo de las Bienaventuranzas, el domingo pasado, ya nos quedaba grande, ¿verdad? ¡Bien largo que nos viene! Seamos sinceros… Pues Jesús nos dice hoy: ¡Vamos a por más! ¡Que lo mío es... de más todavía!
Y así, de cara a los enemigos, que todos los tenemos, nos dice: Ámalos.. Hazles el bien... Bendícelos... Reza por ellos... Más claro no lo pudo decir y mejor no lo supo hacer vida con su misma vida…
Jesús nos invita a construir el mundo que Dios quiere en las bienaventuranzas, enseñándonos la fuerza curativa y creadora del AMOR.
Pídele hoy sentir como Él, pensar como Él y transmitir con tu propia vida como Él supo transmitir con la suya.
Seamos buenos como nuestro Padre celestial y confiemos en Dios, misericordioso con todos.
Seguimos rezando por la salud del Papa. Feliz y bendecido domingo
1ª Lectura (1Sam 26, 2.7-9.12-13.22-23): En aquellos días, Saúl emprendió la bajada hacia el páramo de Zif, con tres mil soldados israelitas, para dar una batida en busca de David. David y Abisay fueron de noche al campamento; Saúl estaba echado, durmiendo en medio del cercado de carros, la lanza hincada en tierra a la cabecera. Abner y la tropa estaban echados alrededor. Entonces Abisay dijo a David: «Dios te pone el enemigo en la mano. Voy a clavarlo en tierra de una lanzada; no hará falta repetir el golpe». Pero David replicó: «¡No lo mates!, que no se puede atentar impunemente contra el ungido del Señor».
David tomó la lanza y el jarro de agua de la cabecera de Saúl, y se marcharon. Nadie los vio, ni se enteró, ni se despertó: estaban todos dormidos, porque el Señor les había enviado un sueño profundo. David cruzó a la otra parte, se plantó en la cima del monte, lejos, dejando mucho espacio en medio, y gritó: «Aquí está la lanza del rey. Que venga uno de los mozos a recogerla. El Señor pagará a cada uno su justicia y su lealtad. Porque él te puso hoy en mis manos, pero yo no quise atentar contra el ungido del Señor».
Salmo responsorial
R/. El Señor es compasivo y misericordioso.
Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios.
Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; él rescata tu vida de la fosa y te colma de gracia y de ternura.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia; no nos trata como merecen nuestros pecados ni nos paga según nuestras culpas.
Como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos; como un padre siente ternura por sus hijos, siente el Señor ternura por sus fieles.
2ª Lectura (1Cor 15, 45-49): El primer hombre, Adán, fue un ser animado. El último Adán, un espíritu que da vida. No es primero lo espiritual, sino lo animal. Lo espiritual viene después. El primer hombre, hecho de tierra, era terreno; el segundo hombre es del cielo. Pues igual que el terreno son los hombres terrenos; igual que el celestial son los hombres celestiales. Nosotros, que somos imagen del hombre terreno, seremos también imagen del hombre celestial.
Versículo antes del Evangelio (Jn 13, 34): Aleluya. Os doy un mandamiento nuevo, dice el Señor, que os améis los unos a los otros, como yo os he amado. Aleluya.
Desde luego que Jesús lo pudo decir de otra manera, pero no más claro.
Hoy Jesús trata de enseñarnos que nuestra vida no puede ser igual que la de todo el mundo, Él vino a mostrarnos un camino nuevo, y a todos, que nos gusta la novedad, se dirige hoy Jesús.
+ lo nuevo no es responder con violencia al que te da una bofetada.
+ lo nuevo no es responder con odio, al que te calumnia.
+ lo nuevo no es vivir cómodamente sin preocuparse por nada o por nadie...
El Señor nos da hoy las claves de cómo hemos de actuar, precisamente nos ofrece un resumen del mensaje moral de Cristo: "AMAD, HACED EL BIEN, REZAD".
En definitiva "Tratad a los demás como queréis que ellos os traten..."
Por un lado, Jesús nos dice que hemos de ser radicales: "Poner la otra mejilla, dar sin esperar nada a cambio". "No quedarnos solo en rechazar el odio y la venganza, sino en devolver bien por mal".
Y a la vez comprensivos y misericordiosos , poniéndonos siempre en el lugar del otro enseñándole con nuestro ejemplo a amar en vez de odiar.
Y sencillamente porque eso es lo que hace Él con nosotros. Intentemos hacer las cosas, al menos, por agradecimiento al Señor, con el cual tenemos una deuda infinita, y no olvidemos que no somos perfectos y que también a nosotros nos tienen que soportar, perdonar, consolar y ayudar.
"La medida que usemos con los demás, la usarán con nosotros, no lo olvidemos" y demos gracias a Jesús por sus buenos consejos y mejor ejemplo.