Oh Dios todopoderoso y eterno, alabamos tu nombre y te glorificamos porque has hecho que todas las cosas existan y las has creado para que sean portadoras de la grandeza de tu amor por toda la humanidad.
Has demostrado a las mujeres y a los hombres de todas las generaciones que somos amadas y amados por ti y nos tratas con misericordia y amor indiviso. En tu plan de salvarnos a todos, enviaste heraldos y servidores de tu Palabra para enseñarnos e inspirarnos a hacernos el bien unos a otros y alcanzar el Reino.
Gracias por enviar a la beata Ascensión Nicol Goñi, que trabajó por amor a Ti en los muchos lugares de los continentes del mundo. Ella trabajó con tu compasión para elevar la dignidad humana abrazando las realidades y transformando vidas enseñando a mujeres, niños y hombres durante su vida.
La beata Ascensión confió en Ti silenciosamente, en tu amor y en tu nombre buscaba a los más pequeños de la sociedad, a los marginados, para ofrecerles un futuro, para vivir con sentido de propósito amándote y dándoles poder para vivir esa dignidad como hijos de un Dios providencial y compasivo.
La honramos para que siga intercediendo por nosotros, que vivimos en medio de un mundo roto, amenazado por diversas calamidades y por los objetivos individualistas de los hombres de hoy. Le suplicamos que nos enseñe a ver el rostro de Jesús, tu Hijo, en medio de todas las tormentas de la vida para que podamos vivir como tus hijos, esforzándonos por vivir las enseñanzas de Jesús en este mismo mundo en el que vivimos.
Que el ejemplo de vida de la beata Ascensión nos ayude a ser valientes, fieles y ardientes en nuestra búsqueda de Jesús y de la promesa de las Bienaventuranzas. Por su intercesión, bendice y protege a nuestras familias, parientes y amigos. Llénanos de tu gracia, para hacer de nosotros tus instrumentos vivos en la difusión del bien, la paz y la unidad. Todo esto te lo pedimos por Jesús, nuestro Señor. Amén.
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