Buenos días. Hoy es viernes y recordamos el Viernes Santo. Esperamos con ilusión el domingo, día de vida. Hoy las lecturas nos ayudan a descubrir y reflexionar sobre la importancia de seguir el camino que Dios nos llama a vivir. Y tengamos cuidado, porque aunque cueste entender a Dios, Él ha puesto su ley en nuestro interior y podemos vivir como queramos, pero la auténtica felicidad sólo viene de seguir la enseñanza de Cristo. Seamos buenos y confiemos en la palabra de vida que nos trae Cristo, nuestra luz y salvación.
1ª Lectura (Heb 13,1-8): Hermanos: Conservad el amor fraterno y no olvidéis la hospitalidad: por ella algunos, sin saberlo, “hospedaron” a ángeles. Acordaos de los presos como si estuvierais presos con ellos; de los que son maltratados como si estuvierais en su carne. Que todos respeten el matrimonio; el lecho nupcial, que nadie lo mancille, porque a los impuros y adúlteros Dios los juzgará. Vivid sin ansia de dinero, contentándoos con lo que tengáis, pues él mismo dijo: «Nunca te dejaré ni te abandonaré»; así tendremos valor para decir: «El Señor es mi auxilio: nada temo; ¿qué podrá hacerme el hombre?». Acordaos de vuestros guías, que os anunciaron la palabra de Dios; fijaos en el desenlace de su vida e imitad su fe. Jesucristo es el mismo ayer y hoy y siempre.
"Al escucharlo quedaba muy perplejo, aunque lo oía con gusto" (Mc 6, 14-29)
Señor Jesús, también nosotros quedamos perplejos y nos gusta escucharte. Cada mañana tienes para cada uno de nosotros una palabra, una propuesta, una llamada a transformar algo de nuestra vida, muchos motivos para agradecer y algunos para pedir. Haz que contemple tu Palabra y me deje transformar por ella.
Señor Jesús, sigue hablándonos. Sigue dirigiendo tu palabra cada mañana a nuestra vida, sigue esperándonos, sigue derrochando toda tu misericordia sobre nuestras faltas, sigue sanando todas nuestras heridas, sigue acariciando nuestro corazón, sigue guiñándonos el ojo cuando nos equivocamos y sigue abriendo tus brazos para que al caer la tarde tu abrazo nos encuentre y nos reconforte.
Señor Jesús, queremos escucharte con gusto, alimenta nuestra jornada, acompaña hoy todos nuestros pasos, permanece atento a nuestros trabajos y compromisos, llévanos de la mano, muéstranos tu modo de proceder y dinos qué quieres de nosotros.
Señor Jesús, haznos mujeres y hombres atentos a tu Palabra. Haznos dóciles a tu voz. Transforma nuestra vida entera.
Así lo necesito y así te lo pido. Así sea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario