lunes, 1 de septiembre de 2025

VIDA Y ORACIÓN A SANTA VERENA



Santa Verena de Zurzach (260-320) nació en el Alto Egipto, en el seno de una familia noble convertida al cristianismo.

Santa Verena fue bautizada por el obispo de Nilópolis, y en su juventud estuvo muy ligada a la comunidad cristiana de aquel lejano rincón del Imperio Romano.

A la muerte del obispo, Santa Verena se mudó al Bajo Egipto, donde san Mauricio estaba formando su célebre Legión Tebana, integrada solamente por soldados convertidos al cristianismo, con intenciones de ponerse a la orden del emperador Maximiano.

Cuando la Legión Tebana cruzó a Italia, santa Verena los acompañó. Los soldados fueron enviados al norte, pero al pasar por Milán ella decidió quedarse ahí para alimentar y socorrer a los cristianos que habían sido capturados por practicar su religión.

La Legión Tebana prosiguió su recorrido con san Mauricio al frente, pero no muy lejos de ahí, cerca de Agaunum (la actual St-Maurice, Suiza), la legión entera fue aniquilada a manos del ejército romano, a manera de castigo ejemplar por haberse negado a adorar a los dioses de la religión oficial del Imperio.

Al enterarse de la noticia, santa Verena se dirigió a Agaunum lo más pronto que pudo, para intentar socorrer a los cristianos sobrevivientes. De ahí siguió a Solothurn, donde también había ocurrido una matanza de cristianos. Y de este modo santa Verena se percató de que le había sido concedido el don de la curación.

Pronto se extendió por toda la comarca el rumor de su capacidad de curar enfermos, y la gente del pueblo empezó a buscarla y a considerarla santa.

Finalmente santa Verena se estableció en un pequeño puesto de avanzada romano llamado Tenedo (la actual Zurzach), junto a una modesta iglesia que había ahí. A partir de entonces, diariamente salía fuera de las murallas de la ciudad provista con un peine y una tinaja, y se dedicaba a limpiar y a sanar a los enfermos y menesterosos.

También se encargaba de servir de comer a la gente más pobre. A santa Verena se le atribuyen asimismo milagros de multiplicación de alimentos.

A su muerte se construyó una iglesia sobre su tumba, y más tarde un monasterio que aún se sigue llamando de Santa Verena de Zurzach, donde se conservan sus reliquias; desde hace siglos ha sido un lugar de peregrinación.

Santa Verena es uno de los santos más venerados en Suiza. Tradicionalmente se le representa en la iconografía con un peine y un pequeño bote.


ORACIÓN

Santa Verena de Zurzach, tú que fuiste capaz de seguir la senda del Maestro, intercede por todos nosotros, por nuestras necesidades materiales y espirituales, para que podamos llegar a la diestra del Padre. Aboga para que la situacion actual se arregle y todas las personas que pasan hambre y sed de justicia en el mundo puedan vivir dignamente. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.




 

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