Al saber que me engañabas,
fuime a la orilla del mar;
quise llorar y no pude,
y en ti me puse a pensar.
fuime a la orilla del mar;
quise llorar y no pude,
y en ti me puse a pensar.
En ti me puse a pensar,
y por fin llegué a entender
cómo una mujer que quiere
puede olvidar su querer.
Puede olvidar su querer;
y al ver que esto era verdad,
mis lágrimas se perdieron
en lo profundo del mar.
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