lunes, 23 de octubre de 2023

MEDITACIÓN LUNES XXIX TIEMPO ORDINARIO A (P. Damián Ramírez)



Texto del Evangelio (Lc 12, 13-21): En aquel tiempo, uno de la gente le dijo: «Maestro, di a mi hermano que reparta la herencia conmigo». Él le respondió: «¡Hombre! ¿quién me ha constituido juez o repartidor entre vosotros?». Y les dijo: «Mirad y guardaos de toda codicia, porque, aun en la abundancia, la vida de uno no está asegurada por sus bienes».

Les dijo una parábola: «Los campos de cierto hombre rico dieron mucho fruto; y pensaba entre sí, diciendo: ‘¿Qué haré, pues no tengo donde reunir mi cosecha?’. Y dijo: ‘Voy a hacer esto: Voy a demoler mis graneros, y edificaré otros más grandes y reuniré allí todo mi trigo y mis bienes, y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes en reserva para muchos años. Descansa, come, bebe, banquetea’. Pero Dios le dijo: ‘¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma; las cosas que preparaste, ¿para quién serán?’. Así es el que atesora riquezas para sí, y no se enriquece en orden a Dios».



“Mirad: guardaos de toda clase de codicia, pues vuestra vida no depende de vuestros bienes” (Lc 12,13-21)

Padre desprendido y generoso, mi oración de hoy, al inicio de esta nueva semana, te pide precisamente eso: desprendimiento, desapropiación y generosidad, entrega y servicio, gratuidad e incondicionalidad, cercanía y acogida, coraje y templanza, alegría y cariño. Como ves ¡cuando me pongo a pedir no hay quien me gane! 

Padre entregado y dispuesto, mi oración de hoy te pide que me guardes de toda clase de codicia: la del dinero, la de los títulos, la del éxito, la del ser el centro de todo, la de la amabilidad selectiva, la del reconocimiento, la que hace a los otros siervos y esclavos, la que hace a los otros ser y sentirse menos y peores que yo.

Padre de la vida, mi oración de hoy te pide que me hagas recordar a cada instante que mi vida es tuya, que no depende de lo que tenga ni de a lo que yo aspire: que viva entregado y siempre dispuesto para mis hermanos. Que lo demás es cosa tuya. Que me sé en tus manos. 

Así te lo pido. Así sea.
















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