Señor Dios y Padre nuestro, Tú hiciste del hermano Héctor y de sus siete compañeros mártires educadores de la niñez y de la juventud y testigos de la fe hasta dar la vida por ello. Te pedimos, por sus méritos y su intercesión que, fortalecidos por los dones del Espíritu Santo, proclamemos con fervor el Santo Evangelio. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
San Héctor Valdivielso, primer santo argentino, fue fusilado por militantes socialistas y comunistas en Asturias (España) el 9 de octubre de 1934.
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