Dios, Padre de la misericordia, te alabamos por haber dado a la historia de la humanidad el Beato Bartolo Longo, ardiente apóstol del Rosario y brillante ejemplo de laico comprometido con el testimonio evangélico de la fe y la caridad.
Te damos las gracias por su extraordinario camino espiritual, por sus intuiciones proféticas, por su incansable trabajo al servicio de los más pequeños y excluidos, por la dedicación con la que sirvió filialmente a tu Iglesia y construyó la nueva ciudad del amor en Pompeya.
Te suplicamos, Señor, para que el beato Bartolo Longo sea pronto contado entre los santos de la Iglesia universal, para que todos puedan seguirlo como modelo de vida y disfruten de su intercesión. Amén.
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