Texto del Evangelio (Lc 10,13-16): En aquel tiempo, Jesús dijo: «¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que, sentados con sayal y ceniza, se habrían convertido. Por eso, en el Juicio habrá menos rigor para Tiro y Sidón que para vosotras. Y tú, Cafarnaúm, ¿hasta el cielo te vas a encumbrar? ¡Hasta el Hades te hundirás! Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha; y quien a vosotros os rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado».
"Quien a vosotros os escucha a mí me escucha" (Lc 10,13-16)
Señor Jesús, pon en mi boca tus palabras. Dame el don de hablar con mi vida, con mis gestos, con mis acciones y mis gestos solidarios. Señor Jesús, que aquello que inspires en mí sea motivo de alegría y de esperanza para cuantos me escuchen.
Señor Jesús, ¡son tantas las cosas que hay que anunciar! ¡Tantas las palabras que pueden ayudar a reconstruir la vida de la gente, la convivencia, las heridas del corazón, los proyectos rotos y los momentos de crisis!
Señor Jesús, hazme palabra, una palabra que al ser escuchada transmita buena nueva, una palabra que sea razón suficiente para seguir soñando, una palabra transparente que hable de Ti, una palabra que ayude a crear y a crecer.
Señor Jesús, si a quienes me escuchan a Ti escuchan, hazme hoy digno de esa escucha, signo visible tuyo, motivo de verdadera alegría. Haz que escuchándome, te escuchen. Y que en todo ame y a todos ame.
Así te lo pido. Así sea.
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