Amado Padre, san Frumencio fue llamado el Apóstol de Etiopía porque, como obispo, fue enviado allí para difundir la fe. No obstante, fue capturado y llevado ante el rey y hecho miembro de la corte. Se dio cuenta de que tener acceso al rey le daba una mejor oportunidad para introducir el cristianismo en el país.
Le pido a San Frumencio que interceda por mí cada vez que mis planes se tuercen, especialmente cuando esos planes fueron hechos cuidadosamente. Ayúdame a dejar de lado mi propia agenda, a dar la bienvenida a lo inesperado y a reconocer las nuevas oportunidades que Dios me ha dado. Recuérdame cuando estoy sorprendido/a o frustrado/a que Tú, Señor, eres el que realmente está a cargo y siempre puedo confiar en tus planes. San Frumencio, ruega por nosotros. Amén.
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