Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, te agradecemos por haber llamado a Arnoldo Janssen al seguimiento de tu Hijo, el Verbo Divino, en la misión de proclamar el Evangelio a todos los pueblos.
Por el don de tu Espíritu, que lo ha llenado de amor por él y lo ha impulsado a consagrarse totalmente a tu reinado de amor, de paz y de justicia.
Por el testimonio misionero de Arnoldo, como hombre de fe, esperanza y caridad ardiente, te pedimos para nosotros el amor misionero de Arnoldo para salir al encuentro de quienes no conocen la Buena Noticia de Jesús, el ardor de Arnoldo para que la Palabra de Dios abrase el corazón de toda la humanidad, la esperanza de Arnoldo para edificar en un mismo Espíritu la comunión y la fraternidad con la creación y la humanidad, y la pasión y anhelo de Arnoldo para irradiar el modelo de entrega total de Jesús en la Eucaristía, y que “ante la luz del Verbo y el Espíritu de gracia, desaparezcan las tinieblas del pecado y la noche de la incredulidad y viva el Corazón de Jesús en los corazones de todas las personas”. Amén.
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