Alabada seas, santa Verena de Zurzach, tú que desde la juventud estuviste atenta a la comunidad cristiana, alimentando y socorriendo a todos los necesitados. A ti que Dios te dio el don de la curación, que en la Gloria estés junto a los seres celestiales. En este día, santa Verena, te pido humildemente intercedas ante nuestro Señor Jesucristo , si así Él lo tiene dispuesto, a favor de restaurar la salud del alma, espíritu y cuerpo de mi hijo. En ti confío.
Te ruego, Jesús, lleves tu mano amorosa y sanadora hacia él, dale tu bendición. Jesús, sé su guía para que encuentre la senda de la fe, esperanza y alegría, para dejar atrás pesares y enfermedades, que se despoje del peso de sus dificultades y encuentre la luz de la libertad de sus ataduras para vivir el día a día con fe. Jesús, que se haga tu voluntad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario