Tras ti cruzar un bulto
vi por la alfombra;
ciego el puñal sepulto...
y era tu sombra.
¡Cuánto, insensato,
te amo, que hasta de celos
tu sombra mato!
vi por la alfombra;
ciego el puñal sepulto...
y era tu sombra.
¡Cuánto, insensato,
te amo, que hasta de celos
tu sombra mato!

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