jueves, 6 de noviembre de 2025

JUEVES 31º T.O. C


Buenos días. Recemos, hoy jueves, por las vocaciones, especialmente por la sacerdotal. Las lecturas nos muestran que somos de Dios, y como decía san Agustín, no descansaremos hasta que volvamos a Él. Pero lo más grande es que Dios mismo, como señala el evangelio, es el pastor de la parábola, que ha venido al mundo a buscar a las ovejas perdidas. Quiere encontrarnos y rescatarnos del pecado y de la muerte. Seamos buenos y confiemos en Dios, que es la Luz que salva nuestra vida. 



Texto del Evangelio (Lc 15, 1-10): En aquel tiempo, todos los publicanos y los pecadores se acercaban a Jesús para oírle, y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: «Éste acoge a los pecadores y come con ellos».
Entonces les dijo esta parábola. «¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va a buscar la que se perdió hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, la pone contento sobre sus hombros; y llegando a casa, convoca a los amigos y vecinos, y les dice: ‘Alegraos conmigo, porque he hallado la oveja que se me había perdido’. Os digo que, de igual modo, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no tengan necesidad de conversión.
O, ¿qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una, no enciende una lámpara y barre la casa y busca cuidadosamente hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, convoca a las amigas y vecinas, y dice: ‘Alegraos conmigo, porque he hallado la dracma que había perdido’. Del mismo modo, os digo, se produce alegría ante los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta».





Jesús, Buen Pastor, queremos seguir tus pasos, como tantos hermanos nuestros que lo demostraron a través del martirio.  Danos tu Espíritu, para aprender a vivir en la misericordia. Ayúdanos a descubrir la gratuidad de tu amor, entrega generosa, don de vida que se regala. Queremos compartir tu sueño de construir un mundo justo, donde exista igualdad y una fraternidad real, donde haya pan para todos y la libertad sea una luz que ilumine a todas las personas. Danos tu Espíritu, Jesús, Buen Pastor, para perseverar en nuestra búsqueda, para seguir en camino, para animarnos a la esperanza activa de hacer un Reino de paz y de bondad para todos como los mártires.  

Jesús, Buen Pastor, que pasaste haciendo el bien, viviendo la misericordia en la atención a los enfermos, en la búsqueda de los marginados, en la denuncia de las injusticias, en la apertura al Dios de la vida, en la enseñanza paciente de los discípulos, en el anuncio del Reino para todos. Dame tu Espíritu, Jesús, para seguirte, para imitar tu entrega, para hacer el bien en nuestros días, en el camino que recorro cada día, para vivir en la bondad, caminando hacia tu Reino. 

Así te lo pido. Así sea.




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