Amado Dios, me acerco hasta Ti en esta mañana, lleno de devoción y respeto, para darte gracias desde lo más profundo de mi corazón, porque Tú eres un Dios bueno y bondadoso que día tras día y de mil maneras demuestra su inmenso amor por mi. ¡Qué bello es poder despertar cada mañana y sentirse rodeado por tus sublimes bendiciones!
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