martes, 3 de septiembre de 2019

YA NO SÉ DETENERME, SEÑOR (Héctor Bonilla)

Ya no sé detenerme, Señor, me he olvidado de rezar, cierro ahora mis ojos, quiero hablar contigo; pero mis ojos se resisten a permanecer cerrados. Siento que una agitación frenética invade todo mi cuerpo, que va y viene, se agita, esclavo de la prisa.
Yo no puedo salvar al mundo, soy apenas una gota de agua en el océano inmenso de tu maravillosa creación.
Lo verdaderamente importante es buscar tu rostro bendito, y proclamar que Tú eres la grandeza, la hermosura, la magnificencia, que Tú eres el amor.
Lo urgente es dejar que Tú hables dentro de mí, y buscarte en el silencio de tu misterio.
Mi corazón continúa latiendo, Señor, pero de una manera diferente: simplemente estoy ante Ti, y qué bueno es estar delante de Ti, Señor.

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