lunes, 23 de septiembre de 2019

ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA NIÑA (1)

¡Oh querida de Dios, amabilísima niña María! Si así como te presentaste en el templo y te consagraste pronta y toda la gloria y al amor de tu Dios, así pudiese yo ofrecerte hoy los primeros años de mi vida, para dedicarme enteramente a servirte, santa y dulcísima Señora mía. Mas ya no estoy a tiempo, porque, infeliz, he perdido muchos años en servir al mundo y a mis caprichos, casi olvidado en todo de Ti y de Dios. Pero más vale comenzar tarde que nunca.
He aquí, oh María, que hoy me presento ante Ti y me ofrezco por completo a tu servicio en aquel poco o mucho tiempo que me queda de vivir en este mundo, y juntamente contigo renuncio de todas las criaturas, y por entero me dedico al amor de mi Creador.
Te consagro, pues, oh Reina, mi entendimiento para que piense siempre en el amor que Tú mereces, mi lengua para alabarte y mi corazón para amarte.
Acepta, oh santísima Virgen, la ofrenda que te presenta este miserable pecador; acéptala, te ruego, por aquel consuelo que sintió tu corazón cuando en el templo te consagraste a Dios. Y si yo me pongo tarde a servirte, razón es que recompense el tiempo perdido doblándote los obsequios y el amor.
Ayuda con tu poderosa intercesión, oh Madre de misericordia, mi flaqueza, alcanzándome de tu Jesús la perseverancia y la fortaleza para serte fiel hasta la muerte; para que sirviéndote siempre en esta vida, pueda llegar a alabarte por una eternidad en el cielo. Amén.

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