Señor, gracias por hacerme consciente de tu presencia en mi vida. Ahora, cuando termino de trabajar, hago silencio para revisar todo lo que vivido, para pedirte que me ayudes a recomponer lo que he echado a perder y me ayudes a potenciar aquello que está funcionando bien.
Quiero ser una buena persona, que cada una de mis acciones expresen los valores en los que creo y los comparta con las personas con las que vivo. Por eso, quiero que me ayudes a ser fuerte y a vencer todas las tentaciones que el medio propone.
Te suplico que toques mi corazón y lo hagas arder de pasión por Ti.
Bendice a todas las personas que amo, dales la oportunidad de seguir creciendo y ser felices. Bendice también a los que no me quieren y buscan dañarme; sé Tú quien me proteja y ampare de todo lo malo. Amén.
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