Que la lengua humana cante este misterio:
la preciosa sangre y el precioso cuerpo.
Quien nación de Virgen, Rey del universo,
por salvar el mundo, dio su sangre en precio.
Se entregó a nosotros, se nos dio naciendo
de una casta Virgen; y acabado el tiempo,
tras haber sembrado la Palabra al pueblo,
coronó su obra con prodigio excelso.
Fue en la última cena -ágape fraterno-,
tras comer la Pascua, según mandamiento,
con sus propias manos repartió su cuerpo;
lo entregó a los doce para su alimento.
La Palabra es carne, y hace carne y cuerpo,
con palabra suya, lo que fue pan nuestro,
Hace sangre el vino y, aunque no entendemos,
basta fe, si existe corazón sincero.
Adorad postrados este Sacramento.
Cesa el viejo rito, se establece el nuevo.
Dudan los sentidos y el entendimiento:
que la fe lo supla con asentimiento.
Himnos de alabanza, bendición y obsequio;
por igual la gloria y el poder y el reino
al eterno Padre con el Hijo eterno,
y al divino Espíritu que procede de ellos.
Amén.
martes, 5 de octubre de 2021
QUE LA LENGUA HUMANA CANTE ESTE MISTERIO (Francisco Palazón)
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