MEDITACIÓN Y ORACIÓN JUEVES I DE ADVIENTO C (P. Damián Ramírez)

 

Lectura del santo evangelio según san Mateo 7, 21. 24-27

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«No todo el que me dice “Señor, Señor” entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca.

El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se derrumbó. Y su ruina fue grande».

MEDITACIÓN DEL PADRE DAMIÁN

ORACIÓN PARA HOY A RAÍZ DEL EVANGELIO

"El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica" (Mt 7, 21. 24-27) 

Señor Jesús, poner en práctica cuanto me dices ¡eso es jugar en otra Liga! ¡Eso me parece casi inalcanzable! ¡Eso debe ser para otros porque a mí no me da la vida! Hazme dócil a tu voz, ábreme los oídos y afina mi entendimiento. 

Señor Jesús, "el que escucha tus palabras..." ese soy yo, me gusta leer tu Evangelio, intento organizar mi vida en torno a él, procuro leerte, hacer silencio, reflexionar, buscar su sentido hoy e intento vivirlo. Pero soy consciente de que solo no puedo, de que necesito tu Espíritu y tu luz para entender lo que quieres decirme en cada momento. Hazme dócil a tu voz, ábreme los oídos y afina mi entendimiento. 

Señor Jesús, "y las pone en práctica", ahí reconozco que estoy lejos de lo que me pides cada mañana, que me falta mucho por andar y comprender, que a veces tengo edificada mi fe sobre arena y que a la mínima me veo zarandeado por las dudas y las circunstancias. Necesito tu ayuda, Señor, para poder comprender y vivir tu palabra. Hazme dócil a tu voz, ábreme los oídos y afina mi entendimiento. 

Señor Jesús, no dejes que me contente con leerte y adaptarte. Que tu palabra me remueva y me transforme. 

Así te lo pido. 

Así sea.