Dróside de Antoquía era hija del emperador Trajano y amiga de cinco vírgenes canónicas que vivían en una casa siguiendo los mandamientos de Dios. En esta época el monacato aún no estaba institucionalizado, pero ya se practicaba en algunas casas de Roma, Antioquía y otras ciudades, aunque aún no en los desiertos de Egipto o Asia Menor. Las vírgenes se llamaban Áglae, Apolinaria, Daría, Mamtusa y Thais, y su misión era recoger las reliquias de los santos martirizados, ungiéndolas con óleo y poniéndolas en sarcófagos especiales para reliquias. Dróside a veces acudía a la casa de estas doncellas durante la noche y las ayudaba con dinero u otras cosas que pudieren necesitar, para que pudiesen tomar los cuerpos de los santos.
En ese tiempo, Adriano, el prometido de Dróside y, posiblemente, el siguiente emperador, y asesor del gobernador, mandó poner soldados para guardar los cadáveres de los cristianos, para detectar a quienes recuperaban sus cuerpos. De este modo, capturaron a las cinco mujeres y Dróside entre ellas. Dróside fue encerrada en su casa, pero las otras cinco vírgenes fueron quemadas vivas y sus cenizas fueron mezcladas con bronce fundido que se empleó para levantar baños públicos.
El día de la inauguración, una gran multitud fue hacia los baños, pero muchos murieron en la entrada, aparentemente aplastados por la masa. En cualquier caso, el emperador, que estaba allí, creyó que esto sucedía por un hechizo cristiano; hasta que los constructores le dijeron que los braseros del baño contenían las cenizas de las mujeres quemadas. Entonces el emperador ordenó fundir los braseros para que hicieran con ellos estatuas de las cinco vírgenes y fueran colocadas en el baño para su deshonor.
Después que se cumplió esto, el emperador soñó que cinco corderos pastaban en un jardín limpio y un impresionante pastor le dijo que los cinco corderos eran las cinco vírgenes, que ahora estaban en el Paraíso, y que estaban esperando a la hija del emperador, Dróside. El emperador se levantó enfadado y ordenó construir un enorme horno en el foro poniendo cartel en el que se ordenaba a los cristianos que se libraran de la posterior persecución arrojándose ellos mismos al fuego.
Dróside, que permanecía encerrada en su casa, oró a Dios para escapar y unirse a sus amigas en el martirio. De noche se disfrazó y logró escapar.
Pero de camino al horno, se preguntó cómo podría acudir al Señor sin su vestido de boda, porque aún no estaba bautizada. Entonces oró a Jesucristo y dijo: "Oh Rey de reyes, Señor Jesucristo, por ti desprecié mi condición imperial, para que me hagas digna de ser la menor de las esclavas de tu reino. Por favor, bautízame con tu Santo Espíritu". Con estas palabras, se ungió a sí misma con la mirra que había traído consigo, y se sumergió en un río tres veces, diciendo "la sierva de Dios Dróside es bautizada en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo".
En los siete días siguientes se ocultó, ayunó y oró. Al octavo día, el 22 de marzo del año 104, Dróside fue apresada y conducida a prisión. Allí la desnudaron y la azotaron cruelmente, para después meterla en una caldera con agua hirviendo y finalmente quemada viva.
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