Oh Dios Todopoderoso, que te has manifestado en diversas ocasiones en la persona de san Sebastián, mártir, contra las epidemias, pestes, enfermedades y también contra la guerra; nosotros te pedimos, por intercesión de tan heroico mártir de la fe, ser defendidos del peligro de la pandemia y sus horribles consecuencias.Imploramos también de tu bondad, Señor, por la sangre que san Sebastián derramó, libres a los pueblos que sufren, particularmente a los niños, a los ancianos, al personal médico, a los enfermos y a los vulnerables de esta terrible pandemia que amenaza al mundo entero. Amén.
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