jueves, 30 de noviembre de 2023

MEDITACIÓN JUEVES XXXIV T.O. A - SAN ANDRÉS, APÓSTOL (P. Damián Ramírez)

  • «Que el apóstol Andrés nos enseñe a seguir a Jesús con prontitud, a hablar con entusiasmo de Él, y sobre todo a cultivar con Él una relación de auténtica familiaridad, conscientes de que sólo en Él podemos encontrar el sentido último de nuestra vida y de nuestra muerte» (Benedicto XVI)



Texto del Evangelio (Mt 4, 18-22): En aquel tiempo, caminando por la ribera del mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés, echando la red en el mar, pues eran pescadores, y les dice: «Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres». Y ellos al instante, dejando las redes, Le siguieron. Caminando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, que estaban en la barca con su padre Zebedeo arreglando sus redes; y los llamó. Y ellos al instante, dejando la barca y a su padre, le siguieron. 




"Venid en pos de mí" (Mt 4,18-22) 

Señor Jesús, tras de Ti. Así me gustaría vivir mi fe, mi compromiso bautismal, mi ser discípulo tuyo. Mi querer ser sacramento tuyo en medio del mundo. Por eso en esta jornada, una vez más, desde mi agradecimiento y la sencillez de la que soy capaz, te digo:

- llámame

- muéstrame tus huellas

- enséñame tus caminos

- acompaña mis búsquedas

- acompasa mis pasos a los tuyos

- estate cerca de mí

- aquieta mi inquietud

- haz desaparecer mis violencias

- quédate a mi lado en este día.

Señor Jesús, en pos de Ti. Así me gustaría situarme, así me gustaría poder dar testimonio de mi fe, así me gustaría ser: cada vez menos yo y más Tú y en Ti. Dame una fe capaz de hacerme distinguir tu camino frente a otros caminos, tu estilo de vida frente a otros muchos, tu manera de amar frente a otros modos de amar, tu modo de proceder frente a tantos otros modos de hacer las cosas.

Señor Jesús, un día más quiero seguirte. Haz que me ponga en camino, que deje mi pereza y mis inercias, que adecúe mi paso a tu Palabra, que me deje enamorar por Ti y que tu Palabra me transforme internamente. Ayúdame a ser lo que Tú quieres que yo sea y a que quiera lo que Tú quieres que yo quiera. Hazme entender que lo esencial es invisible a los ojos, pero que en el servir y servirte lo esencial se hace visible porque se desvela en los otros. Haz que yo vaya en pos de Ti.

Así te lo pido. Así sea.





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