Oh, santísimo san León Magno, tú que rogaste siempre a Dios que el infierno no pudiera derrotar a la Iglesia, y que no dejaste que nada te apartara de su lado, hoy me dirijo a ti para que me ayudes a permanecer siempre en el camino de la fe y la verdad, y me otorgues la paz que mi vida necesita.
Te imploro desde lo más profundo de mi corazón, para que permitas que mi fe sea pura, pues siento que estoy perdiendo toda la fortaleza ante estas adversidades, es por esta razón que a ti acudo para que intercedas por mí ante el Señor Todopoderoso, con el fin de que pueda darle claridad a mi camino y me dé una mano para encontrar el camino de regreso a Él.
Tengo toda mi esperanza puesta en ti, porque deseo tener el mismo espíritu perseverante y aferrado a la Palabra que tuviste siempre, y que ha sido una gran lección para el mundo; bendito san León Magno, sólo quiero que me ayudes a apartar la confusión, la duda, la incertidumbre y la desconfianza de mi vida, que con cada problema que llegue a mi vida mi fe se vuelva mucho más fuerte y sólida.
Sólo en ti confío para recobrar una verdadera amistad con Dios en todo momento y a prueba de cualquier cosa, en las situaciones más afortunadas, en los sufrimientos, y en cualquier experiencia que ponga en desequilibrio mis emociones.
Sé que con tu misericordioso apoyo mis plegarias llegarán hasta el cielo para ser escuchadas por nuestro Salvador, y confío plenamente en que tu intervención será muy efectiva para obtener el perdón y la compasión del Señor en este preciso instante. Por Cristo, nuestro Señor. Amén.
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