martes, 14 de noviembre de 2023

MEDITACIÓN MARTES XXXII TIEMPO ORDINARIO A (P. Damián Ramírez)

  • «Reconozcamos la gracia sin olvidar nuestra naturaleza; no te envanezcas si has servido bien, porque has cumplido aquello que tenías que hacer. El sol hace su trabajo, la luna obedece, los ángeles cumplen su misión» (San Ambrosio).

  • «Si hacemos cada día la voluntad de Dios, con humildad, sin pretender nada de Él, será Jesús mismo quien nos sirva, quien nos ayude, quien nos anime, quien nos dé fuerza y serenidad» (Benedicto XVI).


Texto del Evangelio (Lc 17, 7-10): En aquel tiempo, el Señor dijo: «¿Quién de vosotros tiene un siervo arando o pastoreando y, cuando regresa del campo, le dice: ‘Pasa al momento y ponte a la mesa?’. ¿No le dirá más bien: ‘Prepárame algo para cenar, y cíñete para servirme hasta que haya comido y bebido, y después comerás y beberás tú?’. ¿Acaso tiene que agradecer al siervo porque hizo lo que le fue mandado? De igual modo vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os fue mandado, decid: ‘Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer’».


"Hemos hecho lo que teníamos que hacer” (Lc 17,7-10)

Señor Jesús, ¡cómo nos gustaría poder decir que también nosotros hemos hecho lo que teníamos que hacer! Pero nuestro deseo se topa a menudo con la terca realidad y con nuestras distracciones y debilidades. Nos gustaría, pero necesitamos de tu ayuda y de tu compañía.

Señor Jesús, nos gustaría practicar misericordia, nos gustaría ser felices siendo buenos, nos gustaría estar disponibles para quien nos necesita, nos gustaría estar cerca de quien se siente roto, nos gustaría ser mujeres y hombres de paz, nos gustaría en todo amar y servir, nos gustaría ser menos para que otros sean lo que no pueden ser, nos gustaría seguirte con más fidelidad, nos gustaría encontrarte en cada persona, en cada acontecimiento y en cada circunstancia.

Señor Jesús, nos gustaría hacer lo que tenemos que hacer: amar más, perdonar siempre, ser sacramento tuyo en medio del mundo, dar luz, ser samaritanos con el que se encuentra en la cuneta de la vida, ser abrazo y ternura para con todos.

Señor Jesús, ¡cómo nos gustaría poder decir que también nosotros hemos hecho lo que teníamos que hacer! Ayúdanos tú. 

Así te lo pido. Así sea.





 

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