miércoles, 31 de julio de 2013

HIMNO GUADALUPANO

 
Desde el cielo una hermosa mañana  
 
La Guadalupana bajó al Tepeyac. 

 
Suplicante juntaba sus manos

Y eran mexicanos su porte y su faz.

 
Su llegada llenó de alegría 

De luz y armonía todo el Anáhuac.

 
Junto al monte pasaba Juan Diego  
 
Y acercóse luego al oír cantar. 

 
Juan Dieguito, la Virgen le dijo,  
 
Este cerro elijo para hacer mi altar.
 

Y en la tilma entre rosas pintadas
 
Su imagen amada se dignó dejar. 

 
Desde entonces para el mexicano   
 
Ser Guadalupano es algo esencial.

 
Madrecita de los mexicanos  
 
Que estás en el cielo ruega a Dios por nos.

 
 
 
 

YO MI ABUELO SOY (Stanley Stupid)

Hace muchos años a la edad de veintitrés,
me casé con una viuda que era guapa, ya lo ves.
Tenía una hija con el pelo singular,
de quien se enamoró mi padre y se fue a casar.
Mi padre entonces fue mi yerno, qué barbaridad,
pues mi hijastra era mi madre como esposa de papá.
Y para liarlo todo, aunque yo estaba feliz,
yo tuve un hijito que se parecía a mí.
Mi pequeñito era el cuñado de papá,
y así él era mi tío, yo ya no podía más.
Pues si él era mi tío también era el hermano
de la hija de la viuda, mi madrastra, vaya caso.
Yo mi abuelo soy.
Yo mi abuelo soy.
Es gracioso, lo sé, pero así es como es:
¡Yo mi abuelo soy!
La esposa de papá ella a su vez tuvo un bebé,
que era pues mi nieto por ser hijo de quien es.
Mi esposa es madre de mi padre y me hace sentir mal,
pues aunque ella es mi esposa, es mi abuela real.
Y si mi esposa es mi abuela, entonces soy su nieto,
y cada vez que pienso en ello, yo me siento inquieto.
(Esto es lo más extraño visto hasta hoy)
Y de mi abuela soy esposo, yo mi abuelo soy.
Yo mi abuelo soy.
Yo mi abuelo soy.
Es gracioso, lo sé, pero así es como es:
¡YO MI ABUELO SOY!

martes, 30 de julio de 2013

ORACIÓN A SAN JOSÉ PARA OBTENER Y CONSERVAR LA VIRTUD DE LA PUREZA

¡Oh custodio y padre de las vírgenes, glorioso san José, a cuya fidelidad fue encomendada la misma inocencia, Cristo, Jesús y la Virgen de las vírgenes María! Por estas dos amadísimas prendas, Jesús y María, os suplico, con tanta instancia como humildad, me alcancéis la gracia de que manteniéndome puro en la mente, limpio en el corazón y casto en el cuerpo, sea siempre castísimo siervo de Jesús y María. Amén.

HIMNO AL MAESTRO VENEZOLANO

 
CORO
Jubilosos entonemos nuestra férvida canción
al maestro a quien debemos especial veneración.
En sus actos nos demuestra sin igual solicitud
y nos guía por las sendas de la ciencia y la virtud.



I
¡Oh, mentor de nuestra infancia!, con tesón,
celo y constancia de abnegado profesor;
cuan amable, cuan afable
en la escuela lo encontramos
y en retorno le pagamos con amor.



II
Si aconseja o si corrige es cual fiel guía
que rige por la senda del honor
y su vida consumida de la infancia en sacrificio
nos protege contra el vicio y el error.



III
Gloria excelsa, honor, loanza, gratitud y bienandanza
deseamos honra y prez al celoso,
cariñoso, bienhechor de nuestra vida,
al que queda agradecida la niñez.


Letra: Leonardo Lis.
Mùsica: Mario Garcìa.
 
 

EL LAGARTO ESTÁ LLORANDO (Federico García Lorca)

El lagarto está llorando.
La lagarta está llorando.
El lagarto y la lagarta
con delantalitos blancos.
Han perdido sin querer
su anillo de desposados.
¡Ay, su anillito de plomo,
ay, su anillito plomado!
Un cielo grande y sin gente
monta en su globo a los pájaros.
El sol, capitán redondo,
lleva un chaleco de raso.
¡Miradlos, qué viejos son!
¡Qué viejos son los lagartos!
¡Ay, cómo lloran y lloran!
¡Ay, ay, cómo están llorando!
 
 

 

EL CIPRÉS DE SILOS (Gerardo Diego)


Enhiesto surtidor de sombra y sueño
que acongojas el cielo con tu lanza.
Chorro que a las estrellas casi alcanza
devanado a sí mismo en loco empeño.
Mástil de soledad, prodigio isleño,
flecha de fe, saeta de esperanza.
Hoy llegó a ti, riberas del Arlanza,
peregrina al azar, mi alma sin dueño.
Cuando te vi señero, dulce, firme,
qué ansiedades sentí de diluirme
y ascender como tú, vuelto en cristales,
como tú, negra torre de arduos filos,
ejemplo de delirios verticales,
mudo ciprés en el fervor de Silos.
autógrafo
     GERARDO DIEGO, 1924
 
 

lunes, 29 de julio de 2013

ORACIÓN PARA ALCANZAR GRACIAS COMPUESTA POR SANTA GEMA GALGANI

    Aquí me tenéis postrada a vuestros pies santísimos, mi querido Jesús, para manifestaros en cada instante mi reconocimiento y gratitud por tantos y tan continuos favores como me habéis otorgado y que todavía queréis concederme. Cuantas veces os he invocado, ¡oh Jesús!, me habéis dejado siempre satisfecha; he recurrido a menudo a Vos, y siempre me habéis consolado.
    ¿Cómo podré expresaros mis sentimientos, amado Jesús? Os doy gracias..., pero otra gracia quiero de Vos. ¡Oh Dios mío!, si es de vuestro agrado... (Aquí se manifiesta la gracia que se desea conseguir). Si no fuerais todopoderoso no os haría esta súplica. ¡Oh, Jesús! tened piedad de mí. Hágase en todo vuestra santísima voluntad.
    Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

HIMNO AL MAESTRO SALVADOREÑO

Dulces himnos cantemos de gloria,
Al maestro abnegado en loor
Y ensalcemos doquier su memoria
Entre cantos sublimes de amor.

Noble apóstol que siempre en la lucha
a la ciencia la haces triunfar.
Dando aliento a los niños escuchas
en las aulas su voz resonar.

De tus hijos la más rica prenda
de virtud el ejemplo les das
y con ellos hacer que descienda
de los cielos hermosa la paz.
 
Dulces himnos cantemos de gloria
Al maestro abnegado en loor
Y ensalcemos doquier su memoria
Entre cantos sublimes de amor.

UN BESO EN EL PUERTO (Manolo Escobar)

Me siento rey
de los pájaros cantores.
Tras de la reja
no paro de cantar.
Yo soy feliz
porque no sé de rencores,
aunque he perdido
mi plena libertad.
Nada me importa la pena
ni lo que diga la gente.
He de llevar mi condena
como los hombres valientes.

Estribillo:

Por un beso que le di en el puerto
a una dama que no conocía.
Por un beso que le di en el puerto
han querido matar mi alegría.
Por un beso que le di en el puerto
me encuentro metido en esta prisión.
Si lo llegan a saber mis huesos
le lleno de besos hasta el corazón.

Pidiendo estoy
que me saquen de la trena,
porque del puerto
jamás me apartaré.
Requiebraré
a españolas y a extranjeras,
y si me dejan
también las besaré.
Porque los hombres de España
somos así de galantes,
y aunque nos partan el alma,
siempre nos ríe el semblante.

Estribillo.

Si lo llegan a saber mis huesos
le lleno de besos hasta el corazón.



martes, 23 de julio de 2013

ORACIÓN PARA PEDIR LA INTERCESIÓN DE FRAY LEOPOLDO DE ALPANDEIRE



Oh Dios que dijiste "El que se humilla será ensalzado", vuelve los ojos de tu misericordia a las virtudes que practicó tu fiel siervo Fray Leopoldo y haz que también nosotros vivamos humildes y puros en tu santo servicio. Concédenos por su intercesión la gracia que te pedimos, si es de tu divino agrado. Amén.


JACULATORIA

¡Pastora divina de las almas! Por la filial y tierna devoción que te profesó Fray Leopoldo, dígnate interceder ante la Santísima Trinidad para obtener la gracia que te pedimos. (Tres Avemarías).

NOTA DEL AUTOR DEL BLOG:

Siempre te estaré agradecido, Fray Leopoldo, por el milagro que obraste en mí hoy hace 29 años. Tu estampita siempre va conmigo.

ORACIÓN A SAN MIGUEL ARCÁNGEL (1)

Arcángel San Miguel, defiéndenos en la lucha, sé nuestro amparo contra la malignidad y las insidias del diablo. ¡Impérele Dios!, te pedimos, suplicantes; y tú, Príncipe de la celeste milicia con divino poder, lanza al infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para perder las almas.
Glorioso Arcángel, defiende España y su Iglesia. Protege al Papa, para que podamos ver pronto el glorioso triunfo del Inmaculado Corazón de María. Amén.
                                                                                           
                                                                                            

BENDICIÓN DE MARÍA AUXILIADORA


Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
Que hizo el cielo y la tierra.
(Ave María)

Bajo tu protección nos acogemos, santa Madre de Dios: no rechaces nuestras súplicas en las necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro, Virgen gloriosa y bendita.

María, Auxilio de los Cristianos.
Ruega por nosotros.
Señor, escucha nuestra oración.
Y llegue a Ti nuestro clamor.
El Señor esté con vosotros.
Y con tu espíritu.

                                                   OREMOS

Dios todopoderoso y eterno, con la ayuda del Espíritu Santo preparaste el cuerpo y el alma de María, la Virgen Madre, para ser digna morada de tu Hijo; al recordarla con alegría, líbranos, por su intercesión, de los males presentes y de la muerte eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

ORACIÓN PARA PEDIR LA BEATIFICACIÓN DEL P. TIBURCIO ARNAIZ, S.J.


Corazón Santísimo de Jesús, Vos, que con tan ardiente celo procurasteis siempre la gloria de Vuestro Eterno Padre y la salvación de las almas, en cuya empresa tuvisteis tan infatigable apóstol en este vuestro siervo P. Tiburcio Arnaiz, pues buscó vuestra gloria, su propia abnegación y el bien de las almas, haced que la Iglesia, nuestra Santa Madre, decrete pronto su culto, y le contemos en el número de los santos; y concédenos, por su intercesión, el favor que ahora te pedimos, Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

COCINERO, COCINERO (Antonio Molina)

Cocinero, cocinero,
enciende bien la candela
y prepara con esmero
un arroz con habichuelas.
Cocinero, cocinero,
aprovecha la ocasión,
que el futuro es muy oscuro,
que el futuro es muy oscuro,
ay, trabajando en el carbón.

Cocinando me doy una maña
que no hay en España
quien guise mejor,
y con gracia preparo al momento
un buen condimento
que está superior.
Sin pensarlo, de repente,
yo me guiso un arroz con fideos
que el señor más exigente,
que el señor más exigente
tiene que chuparse los dedos.
 
Cocinero, cocinero,
enciende bien la candela
y prepara con esmero
un arroz con habichuelas.
Cocinero, cocinero,
aprovecha la ocasión,
que el futuro es muy oscuro,
que el futuro es muy oscuro,
ay, trabajando en el carbón.
 
Si guisando se apaga el hornillo
me canto un tanguillo
llevando a torsión
y por arte de birlibirloque
sin un palitroque
se enciende el fogón
y a ahorrativo no me ganan
porque guiso la mar de barato
y me paso la semana,
y me paso la semana,
con agua y bicarbonato.
 
Cocinero, cocinero,
enciende bien la candela
y prepara con esmero
un arroz con habichuelas.
Cocinero, cocinero.
aprovecha la ocasión,
que el futuro es muy oscuro,
que el futuro es muy oscuro,
ay, trabajando en el carbón.


lunes, 22 de julio de 2013

ORACIÓN A SAN JUAN BOSCO

Oh Padre y Maestro de la juventud, San Juan Bosco, que tanto trabajaste por la salvación de las almas: sé nuestro guía en buscar el bien de la nuestra y la salvación del prójimo; ayúdanos a vencer las pasiones y el respeto humano; enséñanos a amar a Jesús Sacramentado, a María Auxiliadora y al Papa; y alcánzanos de Dios una santa muerte, para que podamos un día hallarnos juntos en el cielo. Amén.

 

domingo, 21 de julio de 2013

ORACIÓN PARA LLEVAR EN EL COCHE

Para que nada suceda
que no deba suceder;
para que la luz de ayer
siga alumbrando mi rueda;
para que tu gracia pueda
dar a mi pulso vigor,
paciencia a mi malhumor
y dulzura a mi talante,
pon tu mano en el volante,
y conduce Tú, Señor.

CARLOS MURCIANO

viernes, 19 de julio de 2013

AMARILLO (La Pandilla)

Cha, la, la, la, la, la, la, la
Cha, la, la, la, la, la, la, la
Cha, la, la, la, la, la, la, la
Ah, ah, ah, ah...

Al nacer el alba, tras la clara noche estrellada,
Sueño con mi pueblo, tan unido con mi recuerdo.
Todos los caminos que llegué a conocer
Siempre han evocado a los de mi niñez.

Por el camino de Amarillo, galopando en mi caballo,
Voy al pueblo de regreso, para encontrarme con mi amor.

En las praderas de Amarillo, cuando era sólo un niño,
En la noche azul tejana, allí de ti me enamoré.

Cha, la, la, la, la, la, la, la
Cha, la, la, la, la, la, la, la
Cha, la, la, la, la, la, la, la,
Junto a ti regresaré.

Oigo las campanas de la vieja iglesia del pueblo.
Todos mis anhelos dejarán de ser sólo sueños.
Veo las montañas y a sus pies el verdor.
Del inmenso llano en donde está mi amor.


Por el camino de Amarillo, galopando en mi caballo,
Voy al pueblo de regreso, para encontrarme con mi amor.

En las praderas de Amarillo, cuando era sólo un niño,
En la noche azul tejana, allí de ti me enamoré.

Cha, la, la, la, la, la, la, la
Cha, la, la, la, la, la, la, la
Cha, la, la, la, la, la, la, la,
Junto a ti regresaré.


¡OH, MAMÁ! (La Pandilla)

Es tu día madre mía
Y te quiero así cantar
Con los ángeles del cielo
Un canto de felicidad.

¡Oh mamá! ¡Oh mamá!
Bendita sea tu bondad.
¡Oh mamá! ¡Oh mamá!
No hay flor que te pueda igualar.

El jardín tiene sus rosas
Y las rosas su color
Pero yo tengo a mi madre
Que es rosa de mi corazón.

¡Oh mamá! ¡Oh mamá!
Bendita sea tu bondad.
¡Oh mamá! ¡Oh mamá!
No hay flor que te pueda igualar.

La noche con sus estrellas
La mañana con el sol
No podría igualarte
Porque tú eres mi corazón.

¡Oh mamá! ¡Oh mamá!
Bendita sea tu bondad.
¡Oh mamá! ¡Oh mamá!
No hay flor que te pueda igualar.



ORACIÓN A SAN JOSÉ (2)

¡Oh santo Protector mío! Me congratulo con Vos, viendo que Dios mismo os ha distinguido con el don de pureza tan relevante, que por ella habéis sido escogido para el gran destino de esposo de la Reina de los Ángeles y custodio del Cordero de Dios. Doy gracias infinitas a aquel Señor, por quien fuisteis honrado con virtud tan bella y tan agradable a sus purísimos ojos. Pero ¡oh, cuánto me confunde el verme tan distante en parecerme a Vos en conservarla y amarla! ¡Cuántas veces me asaltan los peligros del mundo, las sujeciones del enemigo y mi propia mala inclinación para hacérmela perder! Miradme, pues, con piedad, y fortalecedme para no sucumbir en batalla tan difícil. Decid, pues, una sola palabra en favor mío a vuestra castísima Esposa y a vuestro inmaculado Jesús, para que infundan en mi corazón un amor sincero a la santa pureza, y humilde solicitud para conservarla. Alcanzadme también la gracia de huir siempre de los peligros, de mortificar mis sentidos, y sobre todo de recurrir siempre a ellos y a Vos, amabilísimo Protector mío, en quien tengo la más tierna y fiel confianza. 

jueves, 18 de julio de 2013

ODA A LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN

 
Al cielo vais, Señora,

y allá os reciben con alegre canto.

¡Oh quién pudiera ahora

asirse a vuestro manto

para subir con Vos al monte santo!


De ángeles sois llevada

de quien servida sois desde la cuna,

de estrellas coronada:

¡ Tal Reina habrá ninguna,

pues os calza los pies la blanca luna!


Volved los blancos ojos,

ave preciosa, sola humilde y nueva,

a este valle de abrojos,

que tales flores lleva,

do suspirando están los hijos de Eva.


Que, si con clara vista,

miráis las tristes almas desde el suelo,

con propiedad no vista,

las subiréis de un vuelo,

como piedra de imán al cielo, al cielo.


    
                                                FRAY LUIS DE LEÓN

SOBRE LA ORACIÓN (Santa Teresa de Jesús)

Nuestra alma es como un castillo todo de un diamante o muy claro cristal, adonde hay muchos aposentos, así como en el cielo hay muchas moradas. (...) La puerta para entrar en este castillo es la oración y consideración; no digo más mental que vocal, que como sea oración, ha de ser consideración. Porque la que no advierte con quién habla, y lo que pide, y quién es quien pide, y a quién, no la llamo yo oración, aunque mucho menee los labios. Porque aunque algunas veces sí será, aunque no lleve este cuidado, mas es habiéndolo llevado otras. Mas quien tuviese de costumbre hablar con la Majestad de Dios como hablaría con su esclavo, que ni mira si dice mal, sino lo que se le viene a la boca y tiene aprendido, por hacerlo otras veces, no la tengo por oración, ni plegue a Dios que ningún cristiano la tenga de esta suerte.
 
 
                     Santa Teresa de Jesús (de su obra "Castillo interior o las moradas") 

miércoles, 17 de julio de 2013

ORACIÓN DE LA MAÑANA

¡Dios mío y Señor mío! Os doy gracias por haberme creado, redimido, hecho cristiano y conservado la vida. Os ofrezco mis pensamientos, palabras y obras de este día, a honra y gloria vuestra. No permitáis que os ofenda y dadme fortaleza para huir de las ocasiones de pecar. Amén.

LA SEÑAL DE LA SANTA CRUZ

Por la señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

HIMNO DE LA LEGIÓN

Soy valiente y leal legionario,
soy soldado de brava legión.
Pesa en mi alma doliente calvario
que en el fuego busca redención.
Mi divisa no conoce el miedo,
mi destino tan solo es sufrir,
mi bandera luchar con denuedo
hasta conseguir vencer o morir.
Legionario, legionario
que te entregas a luchar
y al azar dejas tu suerte,
pues tu vida es un azar.
Legionario, legionario
de bravura sin igual,
si en la guerra hallas la muerte,
tendrás siempre por sudario,
legionario, la bandera nacional.
Somos héroes incógnitos todos,
nadie aspire a saber quién soy yo.
¡Mil tragedias, de diversos modos,
el correr de la vida formó!
Cada uno será lo que quiera,
nada importa mi vida anterior;
pero juntos formamos bandera
que da a la Legión el más alto honor.
Legionario, legionario...

EL CIRCO

Cuando yo era adolescente, en cierta oportunidad estaba con mi padre haciendo cola para comprar entradas para el circo. Al final, sólo quedaba una familia entre la ventanilla y nosotros. Esta familia me impresionó mucho. Eran ocho chicos, todos probablemente menores de doce años. Se veía que no tenían mucho dinero. La ropa que llevaban no era cara, pero estaban limpios. Los chicos eran bien educados, todos hacían bien la cola, de a dos detrás de los padres, tomados de la mano. Hablaban con excitación de los payasos, los elefantes y otros números que verían esa noche. Se notaba que nunca antes habían ido al circo. Prometía ser un hecho saliente en su vida.
El padre y la madre estaban al frente del grupo, de pie, orgullosos. La madre, de la mano de su marido, lo miraba como diciendo: "Eres mi caballero de brillante armadura". Él sonreía, henchido de orgullo y mirándola como si respondiera: "Tienes razón".
La empleada de la ventanilla preguntó al padre cuántas entradas quería. Él respondió con orgullo: "Por favor, deme ocho entradas para menores y dos de adultos, para poder traer a mi familia al circo". La empleada le indicó el precio.
La mujer soltó la mano de su marido, ladeó su cabeza y el labio del hombre empezó a torcerse. Este se acercó un poco más y preguntó: "¿Cuánto dijo?"
La empleada volvió a repetirle el precio. ¿Cómo iba a darse la vuelta y decirle a sus ocho hijos que no tenía suficiente dinero para llevarlos al circo?
Viendo lo que pasaba, papá puso la mano en el bolsillo, sacó un billete de veinte dólares y lo tiró al suelo. Nosotros no éramos ricos en absoluto. Mi padre se agachó, recogió el billete, palmeó al hombre en el hombro y le dijo: "Disculpe, señor, se le cayó esto del bolsillo".
El hombre se dio cuenta de lo que pasaba. No había pedido limosna, pero sin duda apreciaba la ayuda en una situación desesperada, angustiosa e incómoda. Miró a mi padre directamente a los ojos, con sus dos manos le tomó la suya, apretó el billete de veinte dólares y con labios trémulos y una lágrima rodándole por la mejilla, replicó: "Gracias, gracias señor. Esto significa realmente mucho para mi familia y para mí".
Papá y yo volvimos a nuestro auto y regresamos a casa. esa noche no fuimos al circo, pero no nos fuimos sin nada...
 
                                     
                                      JACK CANFIELD (del libro "Otra taza de chocolate caliente para el alma")

sábado, 13 de julio de 2013

¡MADRE! (Narciso Díaz de Escovar)

No sabes, ingrato,
lo que es una madre,
cuando no la sientes, cuando no la lloras
con gotas de sangre.
¿No ves en mis ojos
lágrimas constantes?
¿No ves los suspiros que exhala mi pecho
y escalan los aires?
Son tristes memorias
de añejos pesares,
son ecos de penas que nunca se acaban,
que siempre renacen.
Es sólo el recuerdo
que deja una madre,
volando del mundo, tendiendo a la altura
sus alas de ángel.
¡Qué triste sin ella
mis horas se hacen!
¡Sin ella mi casa parece un sepulcro
en medio del valle!
El cielo, cubierto
de oscuros celajes,
parece que sufre, que llora mis penas,
cada vez más grandes.
¡Hasta el arroyuelo
que entre flores nace
las verdes orillas con tintes oscuros
copia en sus cristales!
Los bosques murmuran
plegarias y ayes;
sombras de crepúsculos los montes escalan.
¡No cantan las aves!
Y al llegar la noche,
y al morir la tarde,
entre aquellas sombras que bajan del cielo,
yo miro su imagen.
Su imagen, que llega
callada, flotante,
rozando mi frente, besando mis labios
con besos suaves.

... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...

¡Madre!¡Madre mía!
¡Tu nombre, que atrae,
parece una nota de célicas arpas
que pulsan los ángeles!
Ritmos que modulan
florestas y valles,
alados suspiros que elevan las olas
de rizados mares.
No curan los años,
ni el tiempo mudable,
heridas profundas que penas tan fieras
en el pecho abren.
De eternas raíces
son estos pesares,
que sin estaciones retoñan y crecen
fuertes y constantes.
¡Madre, si a tu cielo
llegan mis cantares,
si llega este llanto que riegan las flores
que en tu fosa nacen,
mira cómo siempre
te recuerdo amante,
que, aun muerta, palpitas dentro de mi alma
y no sé olvidarte!

                
                 

HIMNO DE LA JUVENTUD FEMENINA DE ACCIÓN CATÓLICA ESPAÑOLA

Adelante, Jesús nos reclama
Levantemos en triunfo su Cruz
El ardor de la fe nos inflama
Pasaremos igual que una llama
Proyectando en el mundo la luz.

Juventud, por guión la pureza
Que ninguna se sienta incapaz
El escudo de la fortaleza
Escondido entre olivos de paz.

Juventud, somos ansia de gloria
Resplandor que quedó del Tabor
Con nosotros está la victoria
No a morir a vencer por amor.

Juventud, otra vez en campaña
Soldados de Cristo, ejército fiel
Sólo suya será nuestra España
Todas las cosas restaurando en Él.

HIMNO DE LA JUVENTUD DE ACCIÓN CATÓLICA DE ESPAÑA

Juventudes Católicas de España,
galardón del ibérico solar,
que lleváis en el fondo del alma
el calor del más cierto ideal.

¡Juventud!, primavera de la vida.
¡Español!, que es un título inmortal,
si la fe del creyente te anima
su laurel la victoria te dará.

Llevar almas de joven a Cristo,
inyectar en los pechos la Fe,
ser apóstol o mártir acaso,
mis banderas me enseñan a ser.

Por bandera y símbolo la Cruz redentora
que extiende en el ánimo sombra protectora.
Paz en el espítitu y sentir el corazón
lleno de esperanza por el triunfo del amor,
lleno de esperanza, de firmeza y decisión.

Heredero del historial hispano
paladín soy cruzado de la Fe.
Caballero español y cristiano
por la causa del bien lucharé.

Mi sendero en la tierra ilumina
con destellos de su radiante luz
la misión sacrosanta y divina
de vivir o morir por la Cruz.

Llevar almas de joven a Cristo,
inyectar en los pechos la Fe,
ser apóstol o mártir acaso,
mis banderas me enseñan a ser.

LA SOSPECHA (Cuento chino)

 
Un hombre perdió su hacha; y sospechó del hijo de su vecino. Observó la manera de caminar del muchacho –exactamente como un ladrón. Observó la expresión del joven –idéntica a la de un ladrón. Observó su forma de hablar –igual a la de un ladrón. En fin, todos sus gestos y acciones lo denunciaban culpable de hurto.
Pero más tarde, encontró su hacha en un valle. Y después, cuando volvió a ver al hijo de su vecino, todos los gestos y acciones del muchacho le parecían muy diferentes de los de un ladrón.

Lie Zi

CREDO MARIANO


Virgen María, profesamos de corazón la doctrina de la Iglesia

Católica, según la cual Tú fuiste predestinada en el decreto mismo

de la encarnación del Hijo de Dios, para estar estrechamente unida

a Jesucristo en la obra de la Salvación.


Creemos que Tú, elegida desde la eternidad para Madre de

Jesucristo, fuiste también, como Madre suya, amada por Dios con

amor único, y adornada y enriquecida con privilegios y dones del

todo singulares.


Confesamos, oh María, que fuiste llena de gracia, colmada de

bendiciones sobre todas las mujeres, nunca sujeta al pecado, como

redimida por Cristo con redención eminente y singularísima.


Creemos firmemente que eres Inmaculada desde el primer

instante de tu Concepción; libre de toda culpa personal hasta la más

leve, y sin el más pequeño desorden que te inclinase al pecado.


Confesamos, Virgen María, que el Hijo de Dios, por obra del

Espíritu Santo, se encarnó en tu seno, tomando de Ti nuestra

naturaleza humana, como hijo tuyo verdadero, y que Tú eres, con

toda verdad, la MADRE DE DIOS.

“Confesamos, María, que Tú concebiste y diste a luz a tu Hijo

Jesús virginalmente, y que después permaneciste siempre Virgen,

sin dar más cabida en tu corazón y en tu seno que al Dios de la

santidad.


“Profesamos, Virgen María, que el Hijo eterno de Dios se hizo

hombre en tu seno con previo consentimiento tuyo, pues

aceptabas consciente y libremente la maternidad virginal que Dios

te ofrecía, y te convertías así en la Nueva Eva y Madre Espiritual

de todos nosotros.


“Guiados por la doctrina de la Iglesia, creemos que, con la fe y

el amor de tu asentimiento, concurriste a la encarnación

redentora del Hijo de Dios, te consagraste por entero a la persona

y obra de Jesús, y con Él y en dependencia de Él, colaboraste

activamente a la obra de la Redención.


“Te proclamamos, Virgen María, como Asociada a la obra

salvadora de tu Hijo, en la que actuaste con tu obediencia, fe,

esperanza y caridad ardientes para la restauración de la vida de las

almas.


“Sostenemos, como revelado por Dios, que Tú, acabado el

término de tu carrera mortal, no pudiste quedar bajo el

imperio de la muerte, sino que, resucitada, fuiste en tu

Asunción elevada en cuerpo y alma al Cielo, asemejada en todo a

Jesucristo, vencedor de la muerte y del pecado.


Afirmamos, con la fe de la Iglesia y el pensar de todos los

cristianos, que Tú, Virgen María, eres nuestra Abogada y

Medianera ante Dios, en dependencia de Jesucristo, el único

Mediador, y ejerces así una función maternal “que la Iglesia

experimenta y recomienda a los fieles, para que lleguemos y nos

unamos más íntimamente a Cristo”.


“Te reconocemos, Virgen María, como Reina del Universo,

exaltada por Dios sobre todos los ángeles y santos, por tu dignidad,

tu excelencia y la eficaz mediación ante tu Hijo.


“María, te proclamamos gozosamente Madre nuestra, porque

contribuiste eficazmente a restaurar la vida en las almas. Esa tu

maternidad, extendida a toda la Iglesia, la ejerces de continuo en la

regeneración y formación de los nuevos hijos de Dios, maternidad

que perdurará hasta la consumación de todos los elegidos.


“Virgen María, conocedores de tu excelencia tan singular y de

tu eficacísima intercesión maternal, profesamos la legitimidad

del culto que te tributa la Iglesia. Y reconocemos que nuestra

devoción a Ti es garantía y contraseña de la verdadera fe.


“Creemos, oh María, que al venerarte, amarte e invocarte

como Madre de Dios, nos alentamos en el afán de ser cada vez

más semejantes a Ti, Madre nuestra, purísima y llena de gracia.


Esto creemos de Ti, querida Virgen Santísima, porque Dios nos

lo ha dicho y porque así nos lo enseña la Iglesia, guiada siempre

por el Espíritu Santo.


“Tú nos llevas a Cristo, y, Medianera con nuestro único

Mediador, por Ti y contigo estaremos en la eternidad feliz

gozando de tu amor de Madre en la gloria del Señor”.